Diputados discrepan sobre si el terremoto y el tsunami obligan a modificar la agenda legislativa que estaba prevista antes de la catástrofe.

Junto con el cambio de mando, la interrogante que surge es cuánto de la agenda legislativa prevista antes del terremoto deberá sufrir modificaciones, producto justamente del cataclismo. El tema divide opiniones entre los diputados.

El demócrata cristiano Pablo Lorenzini, que representa a uno de los distritos más afectados por el sismo, Constitución, estimó que es posible que el Congreso aborde las urgencias que surgirán desde el punto de vista legislativo, sin dejar de atender la agenda debatida antes de la catástrofe.

Recordó que el país debe seguir funcionando y en ese programa hay proyectos de gran relevancia en áreas como la laboral y educación.

En cambio, el diputado independiente Samuel Venegas, opinó que la agenda legislativa deberá sufrir cambios producto de la emergencia. El legislador argumentó que gran parte de los proyectos estará marcada por las políticas de reconstrucción que, necesariamente, deberá poner en marcha el nuevo gobierno.

Por su parte, el diputado radical Alejandro Sule estimó que si bien habrá que priorizar los temas vinculados a la reconstrucción, no hay que descuidar la agenda legislativa fijada antes del terremoto.

A su juicio, es perfectamente posible avanzar en ambas áreas, incluso incrementando el número de sesiones en el parlamento. Sule concluyó que, además, los congresistas tienen limitada injerencia en las materias propias de reconstrucción en la zona más devastada por el sismo.