La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, dijo este miércoles que son muy extendidos los daños causados en la actividad económica por el sismo y el tsunami que el sábado pasado dejaron casi 800 personas muertas, y reconoció que “las tareas de reconstrucción serán enormes”.

Michelle Bachelet / presidencia.cl

Michelle Bachelet / presidencia.cl

La mandataria mencionó que el importante puerto de Huachipato “quedó inutilizable” mientras que “la agricultura, el comercio y el turismo fueron sectores duramente golpeados, en el borde costero del Maule y Biobío (regiones del centro-sur), así como la minería, la industria y la construcción”.

“El servicio ferroviario no está operando, algunas empresas tampoco, como la siderúrgica Huachipato, por los graves daños”, agregó.

Mencionó también parálisis en plantas madereras y pesqueras.

En su alocución en el Palacio presidencial afirmó que “es el momento de ponerse de pie y reconstruir las zonas devastadas”.

Bachelet dijo que “primero debemos atender la emergencia y ocuparnos del drama que viven miles de familias por haber perdido todo lo material, incluso sus seres queridos y que no se sume el drama de la cesantía (desempleo)”.

“No tengo dudas de que más allá de todas las iniciativas que este gobierno y el futuro gobierno (de Sebastián Piñera que asume el 11 de marzo) tengan al respecto, el sector privado afrontará el compromiso”, indicó.

Sobre los pillajes al sur de Santiago, bajo toque de queda, dijo que “no vamos a tolerar que se aprovechen con saqueos”.

“Nadie puede argumentar que llevarse un televisor plasma o un refrigerador es un acto de sobrevivencia. Es vandalismo y delincuencia”, advirtió sobre los incidentes de lunes y martes que obligaron a movilizar a 14.000 militares.

Exhortó a su país a resurgir de las ruinas del terremoto, uno de los mayores de la historia que asoló al país sudamericano el sábado pasado.

“Trabajaremos para que el país surja de las ruinas”, aseveró la mandataria.

Casi 800 personas murieron, según datos aún provisionales, por el sismo de 8,8 grados y el maremoto que provocó en la región centro sur, con dos millones de personas damnificadas sobre una población total de 16 millones.