El escándalo por corrupción y fraude fiscal en Italia se agravó tras la confiscación de importantes fondos a una filial de Telecom Italia y el regreso anunciado este jueves de uno de los principales acusados, el fundador de la empresa de telecomunicaciones Fastweb.

La decisión de las autoridades judiciales italianas de confiscar unos 300 millones de euros (406,4 millones de dólares) de los créditos y liquidez de Sparkle, propiedad al 100% de Telecom Italia, desencadenó este jueves una bajada del valor de los títulos de la compañía de telecomunicaciones en la Bolsa de Milán.

La investigación judicial por un presunto millonario lavado de dinero involucra no sólo a Sparkle sino también a Fastweb, el segundo proveedor más grande de banda ancha en Italia.

Tras la apertura de la investigación, la junta directiva de Telecom Italia decidió posponer al 25 de marzo la aprobación de sus cuentas para el 2009 con el fin de revisar sus libros contables y aclarar la situación de su filial Sparkle frente a las acusaciones de reciclaje de dinero negro y empleo de elevados capitales adquiridos ilícitamente a través de un complejo sistema para evadir el fisco.

Las directivas de Telecom Italia aplazaron también la presentación el viernes de su estrategia financiera y decidieron ofrecer una conferencia de prensa.

El tribunal de Roma ordenó el martes la detención de 56 personas, entre ellas varios dirigentes de Sparkle y al fundador Fastweb, Silvio Scaglia, por estar involucrados en un fraude de facturas falsas por un total de 1.800 millones de euros (2.440 millones de dólares).

Según el magistrado Giancarlo Capaldo, las empresas facturaron tal suma en servicios jamás efectuados del sistema telefónico e internet a sociedades extranjeras “amigas” en paraísos fiscales, algunas con base en Panamá, evadiendo así ante el fisco unos 365 millones de euros (495 millones de dólares).

La llegada anunciada este jueves a Italia de Scaglia, la decimotercera fortuna del país, según la lista elaborada por la revista estadounidense Forbes, suscita muchas expectativas.

“Estoy absolutamente sereno por la manera en que nos hemos comportado, tanto el grupo como yo personalmente”, declaró en un comunicado divulgado el miércoles en Milán (norte), en el que proclama su inocencia.

Por su parte Fastweb se considera ‘víctima” más que autora del complejo sistema de reciclaje, cuyo cerebro sería el empresario romano Gennaro Mokbel, entre los detenidos en la cárcel romana de Regina Coeli, quien se servía de una red impresionante de hombres de negocios cercanos a la mafia calabresa, la ‘Ndrangheta y funcionarios corruptos.

Para los investigadores, Mokbel coordinaba un grupo de empresarios, diplomáticos, policías y funcionarios y contaba además con los servicios de un senador del partido de gobierno, Nicola Di Girolamo, elegido — según las acusaciones– gracias a los votos recogidos por la mafia calabresa en Alemania como representante de los italianos que emigraron a ese país.

La prensa italiana publica este jueves en primera página las fotos del senador con uno de los “capos” de la ‘Ndrangheta, Franco Pugliese, como prueba de las relaciones estrechas que la banda mantenía con la temida organización criminal, así como apartes de interceptaciones telefónicas.

El Senado deberá votar si levanta o no la inmunidad parlamentaria tras la solicitud de detención presentada por la fiscalía para evitar “una fuga al exterior, donde dispone de un patrimonio de notable entidad acumulado en forma ilícita”, sostiene el documento.

“Con el dinero que tenemos podríamos construir un Coliseo”, confiesa Mokbel en una de las conversaciones interceptadas y publicadas por la prensa.