Históricamente los sacerdotes han sido asociados a una vida espiritual, de valores y acciones cercanas a las enseñanzas de Cristo. Sin embargo, una seguidilla de hechos escándalosos han develado el “lado B” de algunos párrocos, quienes han dado cuenta de sus poco “religiosas” andanzas.

Sacerdote Samuel Martín

Samuel Martín / Foto: ABC.es

Esta vez fue el padre Samuel Martín de las localidades de Noez y Totanés en el Arzobispado de Toledo en España, el que hizo noticia. Resulta que este sacerdote no sólo se gastó 17.000 euros en líneas eróticas y pornografía, sino que además la mayor parte de ese dinero lo robó desde su propia iglesia.

De hecho, lo que le costó la suspensión de su arquidiócesis no fue su comportamiento sexual, sino que el haber sustraído dinero a sus hermandades, según relató diario El Mundo.

Además, otro detalle en la vida de este párroco es que su elevado deseo erótico lo llevó a prostituirse, ofreciendo sus servicios a través de la web con el eslogan “Héctor, hombre hetero español, al servicio de tu felicidad”. El anuncio agregaba: “Para mujeres y parejas, bien dotado, estoy abierto a todo excepto al sado, no os arrepentiréis, os haré gozar de felicidad como nunca”. Su tarifa era de 120 euros la hora, algo así como 86.350 pesos chilenos.