La presidenta Michelle Bachelet y el mandatario electo Sebastián Piñera se enfrentaron por el déficit fiscal, marcando un segundo desencuentro público entre ambos en menos de una semana.

A lo anterior, el futuro ministro de Hacienda, Felipe Larraín sumó una advertencia frenando las expectativas sociales a cumplir por la nueva administración.

El primer desencuentro entre el actual Gobierno y el entrante lo marcó la discusión por las invitaciones de parlamentarios a la cumbre del grupo de Rio.

Contrario a la primera pugna, esta vez el fuego de palabras fue cruzado a 2 bandas. De tal manera, la mandataria en ejercicio Michelle Bachelet dijo desde Cancún que dejará las cuentas ordenadas y con una “bolsita” de 450 millones de dólares de libre disposición para el futuro Gobierno, como consignó CNN-CHILE.

La réplica surgió con parámetros similares, es decir, en México y en un mismo nivel de autoridad, ya que el presidente electo Sebastián Piñera ratificó su advertencia del viernes cuando relevó el déficit de 4.5% que deja la administración saliente, cifra que aseveró es indesmentible.

Lo anterior reflejó una parte del debate, sin embargo, una segunda discusión se instaló entre los ministros de Hacienda.

El actual jefe del equipo económico, Andrés Velasco convocó, tras retomar sus funciones después de finalizar sus vacaciones, a una conferencia de prensa en el piso 12 de Teatinos 120 para refutar las críticas de Piñera.

Velasco atribuyó la cifra negativa a la crisis económica y sus efectos en Chile asegurando que ésta es totalmente manejable y moderada, aunque su porcentaje se traduce en algo así como 7.200 millones de dólares que gastó el fisco por sobre sus ingresos.

Velasco, aseveró que el presupuesto para el ejercicio actual permite el financiamiento de programas y tareas comprometidas por lo que desestimó la posibilidad que la futura administración deba ser austera en sus gastos al implementar políticas públicas.

El año pasado, el director de presupuestos Alberto Arenas anticipó ante el Congreso un déficit 2009 de 4.1% del producto interno bruto, PIB, el cual fue corregido a 4.5.

En ese contexto la respuesta a Velasco provino del futuro ministro de Hacienda, Felipe Larraín, quien respondió señalando que en tiempos de campaña no se conocieron todas las cifras que hoy se dan por sabidas como, por ejemplo, el déficit estructural que pasó de 0.4 a 0.9% del PIB.

Por lo anterior, Larraín adelantó que no se podrán cumplir todas las demandas sociales que tiene la ciudadanía como, por ejemplo, las salariales, sin embargo, dijo que sí se logrará concretar la promesa de crear 200.000 empleos por año.

En este escenario relativo Larraín aseguró que la meta de crecimiento del 6% continúa vigente como un compromiso adoptado por Sebastián Piñera en tiempos de campaña.

Si el repunte económico se consolida y las cifras macro lo permiten, Chile se debería acercar a un equilibrio entre gasto e ingresos e incluso, los más optimistas podrían repensar la vuelta a la regla del superávit estructural en el largo plazo, mientras otras economías, como Austria, Alemania e Italia poseen un déficit de entre el 4 y el 6%, Francia y Portugal en torno al 7% y una potencia como EEUU muestra una cifra que bordea el 13%.