La organización Amnistía Internacional (AI) pidió al gobierno de Colombia que garantice los derechos de los pueblos indígenas a sus tierras y que adopte medidas para prevenir abusos en su contra, al presentar un informe sobre el tema este martes.

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La organización de defensa de los derechos humanos destacó que las comunidades indígenas sufren con mayor fuerza el conflicto interno colombiano y pidió especialmente al gobierno que garantice “el derecho de los indígenas a no ser expulsados de sus tierras ancestrales”.

“Homicidios, secuestros, desapariciones forzadas, amenazas y desplazamientos forzados continúan haciendo estragos en las comunidades indígenas de Colombia”, denunció A).

Más de 1.400 indígenas han sido asesinados entre los años 2002 y 2009, en medio del conflicto armado, sostuvo este organismo basándose en cifras de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC).

En 2009, al menos 114 indígenas fueron víctimas de homicidios y miles fueron víctimas de desplazamiento forzoso, indicó AI citando a la ONIC.

Marcelo Pollack, investigador sobre Colombia de AI, sostuvo que “los indígenas sufren cada vez más ataques. Se les está matando y amenazando, se les está obligando a participar en el conflicto armado y se les está echando de sus tierras”.

“Ya es hora de que el gobierno colombiano asuma seriamente sus obligaciones y actúe de inmediato para proteger a los pueblos indígenas”, subrayó Pollack.

Además, Amnistía Internacional señaló que “las autoridades rara vez investigan los crímenes que se cometen contra los indígenas”.

“A menos que las autoridades actúen con rapidez para proteger a los pueblos indígenas en Colombia, existe un riesgo real de que muchos desaparezcan”, denunció Pollack.

Según AI, los indígenas de Colombia “viven en zonas de intensa actividad militar y ricas en biodiversidad, minerales y petróleo, por lo que corren especial peligro de desplazamiento forzado”.

Sobre ese punto, el informe cita cifras de la oficina en Colombia del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, según las cuales los indígenas constituyen el 7% de los desplazados en este país, a pesar de que sólo representan 3,4% de la población total.

Además, AI solicitó que “todos los funcionarios públicos, incluidos los miembros de las fuerzas de seguridad, dejen de hacer declaraciones públicas que pretendan estigmatizar a los pueblos indígenas y a sus dirigentes acusándolos de pertenecer a grupos guerrilleros o de alinearse con ellos”.

En su informe titulado “La lucha por la supervivencia y la dignidad. Abusos contra los derechos humanos de los pueblos indígenas en Colombia”, AI señala que ese tipo de declaraciones “crean un clima en el que se toleran, alientan o facilitan los abusos”.

Entre las recomendaciones del organismo destacan también las dirigidas a las guerrillas para que dejen de reclutar indígenas menores de edad y desistan de utilizar minas terrestres antipersonales.

El reporte de AI denuncia dos masacres ocurridas en 2009 contra comunidades de indígenas Awá, en las que murieron al menos 27 personas, entre las cuales había seis niños, un bebé y dos mujeres embarazadas.

“Las partes del conflicto han bloqueado el acceso a la comida y a medicamentos esenciales, afirmando a menudo que estos suministros están destinados al enemigo”, denunció la organización humanitaria.

“Todas las partes del conflicto han ocupado escuelas y las han usado como bases militares, mientras los maestros siguen siendo vulnerables a los ataques físicos, lo que impide a las comunidades indígenas tener acceso a la educación”, agregó.

En Colombia viven cerca de 1,4 millones de indígenas pertenecientes a unas 85 etnias.