Amnistía Internacional pidió este martes, tanto a las fuerzas de la OTAN que participan en una ofensiva en el sur de Afganistán como a sus adversarios, los talibanes, que protejan a la población civil atrapada en el conflicto.

“Unos 10.000 civiles han huido de la zona de conflicto, pero miles más están atrapados en los combates”, subrayó Sam Zarifi, director para la zona Asia-Pacífico de la organización defensora de los derechos humanos.

Zarifi expresó su preocupación por informaciones según las cuales los talibanes habrían impedido a los civiles huir de las zonas en las que combaten las fuerzas de la OTAN y los insurgentes, y que estos últimos se habrían refugiado entre la población civil.

“En el pasado, los talibanes ya han puesto en peligro a los civiles, en forma voluntaria, en Afganistán, lo que puede constituir un crimen de guerra”, advirtió Zarifi.

“Los grupos insurgentes están sometidos al derecho internacional y deben hacer todo lo posible para proteger la vida de civiles”, dijo.

“Los talibanes recurren a las leyes internacionales sobre los conflictos cuando les conviene. Su incapacidad para cumplir con estas leyes es inexcusable y deben rendir cuentas por sus acciones”, precisó.

El responsable de Amnistía Internacional subrayó que las operaciones de las fuerzas de la OTAN también habían provocado la muerte de civiles y que pese a las promesas de reducir al mínimo las bajas colaterales, era de temerse que habrá más víctimas civiles.

“Las fuerzas internacionales y afganas siguen sin contar con un mecanismo coherente, claro y creíble para investigar la muerte de civiles, para asumir la responsabilidad y para garantizar que tales incidentes no se repetirán”, manisfestó.