Poder utilizar el hongo gargal como un potencial alimento funcional, ocupando sus altas propiedades antioxidantes, fue uno de los principales resultados que entregó la ejecución del proyecto “Desarrollo del cultivo del hongo silvestre Grifola gargal y sus alternativas de procesamiento comercial”.

Hongo Gargal / micotec.cl

Hongo Gargal / micotec.cl

El proyecto, financiado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), perteneciente al Ministerio de Agricultura, fue ejecutado por la Estación Experimental Quilamapu del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) y la Facultad de Ingeniería Agrícola de la Universidad de Concepción.

El estudio duró 36 meses y tuvo como objetivo domesticar la especie nativa Grifola gargal, la cual se comercializa en ferias libres entre las regiones del Biobío y Aysén.

Al respecto, el investigador del Centro Quilamapu, Andrés France, comentó que “esta especie pertenece al mismo género del hongo conocido como “maitake” o “hen of the woods” (Grifola frondosa), que muestra una gran aceptación en los mercados europeos y japoneses debido a características como delicado sabor, valor nutritivo y sus propiedades medicinales como antioxidante y antitumoral”.

Este hongo -que se consume siempre cocido- crece en bosques nativos y se comercializa fresco y en cantidades variables, dependiendo del clima, durante el invierno.

Su producción proviene sólo de la recolección, ya que no se cultiva comercialmente en el país, y los sitios de colecta se mantienen en secreto entre los recolectores.