El músico Eduardo Vázquez, miembro de la banda que tocaba en una disco que se incendió y dejó 194 muertos en 2004 en Argentina, fue detenido acusado de arrojar alcohol y prender fuego a su mujer durante una riña de pareja, informaron el miércoles fuentes médica y policial.
Imagen: frecuenciax.wordpress.com
La mujer, Wanda Taddei de 29 años, fue ingresada en el público hospital Santojanni “en estado grave, con 60% de su cuerpo quemado y con insuficiencia respiratoria”, informó a la prensa Alberto Crescenti, titular del Sistema de Atención Médica de Emergencia (SAME).
“Hay riesgo de vida. Está con quemaduras de tipo a y ab, son quemaduras profundas. Aparentemente fue producto de haber sido rociada con alcohol y prendida fuego”, dijo Crescenti citando al jefe de guardia del hospital.
Vázquez, baterista de la banda de rock Callejeros quien trasladó a su mujer al hospital, también fue atendido pero con “quemaduras superficiales de poca profundidad en sus manos y sin correr peligro su vida”, agregó.
La justicia ordenó detener al músico acusado de haber rociado a su mujer con un producto inflamable y haberle prendido fuego durante una pelea en el domicilio donde conviven en el barrio porteño de Mataderos, que fue allanado por la Policía, según una fuente de esa fuerza.
No obstante, un amigo de la pareja, que se identificó como Diego, desestimó una pelea violenta.
“Creo que fue un accidente. Yo los conozco. Son una pareja bárbara. Se casaron hace dos meses. Eduardo no es violento, no es capaz de hacer algo así”, dijo a los medios apostados frente al hospital.
En agosto pasado, los músicos de Callejeros fueron absueltos en el juicio por el incendio de la disco República Cromagnon cuando ofrecían un recital, en el que murieron 194 personas y hubo 1.400 lesionados, la mayoría jóvenes.
La madre de Vázquez y otros familiares de los músicos también murieron en la tragedia, tras la cual la banda siguió dando recitales.
En el juicio, fueron condenados el empresario Omar Chabán, quien manejaba el local, un ex manager de la banda y un ex comisario.
La tragedia ocurrió la noche del 30 de diciembre de 2004 cuando algunos espectadores lanzaron bengalas –una práctica por entonces habitual en conciertos de rock– y se desató un incendio que causó la muerte o lesiones por asfixia e inhalación de sustancias tóxicas.
Una ancha puerta de escape estaba clausurada aquella noche y la de emergencia no daba abasto, lo que convirtió el recinto en una trampa mortal.
