La Iglesia católica colombiana fue autorizada por el Ejecutivo para mediar entre las bandas criminales para que inicien un diálogo que los lleve a someterse a la justicia, informó este martes el obispo de Montería, monseñor Julio César Vidal.

“Ellos están dispuestos a iniciar un acercamiento con cese de hostilidades y también con diálogo. Ayer (lunes) el presidente (Alvaro Uribe) nos dio el aval para continuar con estos diálogos y acercamientos”, dijo Vidal a la prensa.

El presidente Uribe confirmó posteriormente la declaración del jerarca católico, pero advirtió que esa autorización tiene como único fin que los miembros de esas bandas se sometan a la juticia.

“(…) solamente con un propósito: que se somentan a la justicia y la ley ordinaria”, dijo Uribe a peridistas tras regresar a Bogotá procedente de Quito, donde asistió a la cumbre suramericana por la reconstrucción de Haití.

El obispo indicó que los acercamientos de la Iglesia católica se han desarrollado principalmente con las bandas conocidas como “Los Rastrojos” y “Los Paisas”, que operan en el departamento (provincia) de Córdoba, en el norte colombiano, del cual Montería es la capital.

Según el obispo, la idea es que las bandas de narcotraficantes y de paramilitares que no se desmovilizaron “deben llegar a un sometimiento a la justicia, en el cual el gobierno les abra un espacio de reconciliación”.

“Los Rastrojos” y “Los paisas” provocaron unos 600 muertos en 2009 y 40 más en lo que va de año, refirió Vidal.

El gobierno del presidente Uribe desarrolló un proceso de desmovilización de grupos paramilitares entre 2003 y 2007, en el que se registraron unos 30.000 combatientes que obtuvieron beneficios procesales.

Sin embargo, grupos de defensa de los derechos humanos han advertido que mandos medios de esas bandas que no se inscribieron en la desmovilización han creado nuevas organizaciones criminales que están activas actualmente.