Toyota, que reconoce que sabía de los problemas de aceleración repentina e involuntaria en sus vehículos desde 2007, está recibiendo aluviones de críticas por la lentitud de su reacción, ya que según algunos informes, las primeras señales de las fallas habrían aparecido aún más temprano.

El director de ventas de Toyota en Estados Unidos, Jim Lentz, reconoció el lunes durante una conversación con los usarios de internet en el sitio Digg Dialogg que el fabricante japonés sabía de problemas técnicos “en el modelo ‘Tundra’ en 2007″.

“Pero nunca pudimos determinar precisamente por qué este pedal quedaba bloqueado”, añadió, negando que el grupo haya querido ocultar problemas recurrentes.

A fines de 2008 y en 2009, Toyota recibió quejas, pero como todas eran relativas a vehículos con el volante a la izquierda, la empresa atribuyó los problemas a esta especificidad, confesó.

El grupo no se dedicó a resolver el asunto del acelerador bloqueado hasta octubre 2009, tras haber recibido informaciones sobre problemas ocurridos con tres automóviles del modelo ‘Corolla’”, agregó.

En marzo de 2007, la autoridad estadounidense de seguridad vial, la NHTSA (por sus siglas en inglés) ya había abierto “una investigación preliminar acerca de inquietudes por pedales bloqueados” en modelos Lexus 2007 ES350, siendo las alfombras identificadas como “posible causa”.

Esta investigación concluyó a finales del mismo año tras un primer retiro por parte de Toyota de las alfombras de unos cuatro millones de vehículos.

El mayor asegurador automóvil estadounidense, State Farm, afirmó este martes que señaló también a la NHTSA a fines de 2007 un aumento en los problemas de aceleración repentina en vehículos Toyota y Lexus.

Son estas señales, ignoradas desde hace tres años, las que están provocando crecientes críticas en el Congreso estadounidense tanto contra Toyota como contra la misma NHTSA, acusada de haber carecido de vigilancia.

El director general de Toyota en Estados Unidos, Yoshimi Inaba, y el ministro de Transportes, Ray LaHood, iban a ser oídos el miércoles por una comisión de la Cámara de Representantes, pero la audiencia fue postergada por una nueva tormenta de nieve prevista en la capital.

“Existe un conjunto de pruebas cada vez mayor de que, ni Toyota, ni la NHTSA identificaron todas las causas de aceleración repentina e involuntaria en vehículos” del fabricante japonés y de que “las soluciones aplicadas, como (el retiro de) las alfombras no resolvieron el problema”, subraya una nota de la comisión de control de la actividad gubernamental de la Cámara de Representantes que menciona problemas previos al 2007.

En una carta dirigida al presidente demócrata de la comisión, el republicano Darrell Issa hasta afirma que unas “quejas no dilucidadas acerca de aceleraciones repentinas en modelos Toyota datan de 2003″ y expresa “serias dudas en cuanto al trabajo de (la NHTSA) durante los gobiernos ateriores”.

El ministro japonés de Transportes también criticó duramente Toyota este martes por la lentitud de su reacción ante los problemas de seguridad y se quejó de que el fabricante japonés hubiera demorado tanto en retirar los modelos Prius por problemas en los frenos.