Costa Rica, la democracia más antigua y estable de América Central, elegirá este domingo a un nuevo presidente en una contienda de nueve candidatos, entre los que destacan la oficialista Laura Chinchilla, el populista de derecha Otto Guevara y el centroizquierdista Ottón Solís.

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Los nueve postulantes buscan este sábado conseguir apoyos de última hora y asegurar que sus partidarios acudan a las urnas mañana a elegir al sucesor del presidente Oscar Arias, uno de los centroamericanos con mayor prestigio en el mundo y Premio Nobel de la Paz.

Chichilla, ex vicepresidenta de Arias, ha sido la favorita a lo largo de toda la campaña, pero la gran incógnita es si conseguirá en primera vuelta los votos necesarios para convertirse en la primera presidenta de Costa Rica.

La escoltan Guevara y Solís, quienes han centrado su campaña en resaltar escándalos del gobierno saliente y en acusar a Chinchilla de ser “marioneta” de Arias, lo que ella niega aunque declara que pretende continuar su ruta.

“No hay que desviarse sobre el camino costarricense, (hay que) evitar los llamados del populismo de izquierda y de derecha que hay en América Latina”, declaró Chinchilla de 50 años.

Más de 2,8 millones de electores están convocados el domingo desde las 06H00 locales (12H00 GMT) y las 18H00 (00H00 GMT) para renovar también los 57 miembros del Congreso y los regidores municipales, en medio de los temores a una inusual abstención tras una campaña calificada como “aburrida” por Arias.

Si ninguno de los candidatos supera el 40% de los votos válidos habrá un balotaje el 4 de abril.

La inseguridad y la economía han centrado la campaña de los principales candidatos, cuyo diferencial está sobre todo en su personalidad y en la forma de abordar los problemas, así como en el partido que los respalda.

“No hay grandes diferencias en los programas de gobierno, es una cuestión de matices”, dijo el analista y economista Juan Manuel Villasuso.

En estas elecciones el Partido Liberación Nacional (PLN) de Arias y Chinchilla pondrá a prueba, una vez más, su capacidad de organización y convocatoria.

El PLN, que ha dominado la política costarricense en las últimas seis décadas, es un partido nominalmente socialdemócrata, pero tildado de centroderecha por disidentes que abandonaron sus filas, entre ellos Solís, ex ministro del primer gobierno de Arias (1986-1990).

“Nos queda por delante la jornada más dura, tenemos que salir a votar, tenemos que motivar a aquellos que todavía albergan dudas”, dijo Solís, un economista de 55 años y líder del Partido Acción Ciudadana, el mayor de la oposición, que postula por tercera vez a la presidencia.

Por su parte Guevara, un abogado de 49 años, es un ultraliberal reconvertido al populismo, que también compite por tercera vez, quien ha intentado encantar a los votantes con la promesa de “cero tolerancia” a los delincuentes.

“Hay que golpear la mesa al Poder Judicial para que mejore el sistema de administración de justicia, fortalecer la Fiscalía, crear más tribunales de flagrancia, mejorar la capacitación de los jueces”, expresó Guevara, líder del Movimiento Libertario.

Otros seis candidatos con menor apoyo se suman a la contienda: Luis Fishman, Eugenio Trejos, Oscar López, Mayra González, Walter Muñoz y Rolando Araya. Estos dos últimos suscribieron recientemente un pacto con Solís.