La familia de una niña con síndrome de Down denuncia discriminación del gimnasio Sport Life de Pedro de Valdivia, quienes no habrían aceptado a la menor. Sin embargo, en el centro deportivo desmienten tajantemente la acusación.

Andrea Herrera tiene 15 años y se desarrolla con normalidad. Pese a tener síndrome de Down, practica danza, flamenco y se ejercita regularmente.

Por eso, su hermana Paula quiso que la acompañara en el gimnasio y consultó además de los precios, las condiciones que se requerían. Todo iba bien -señaló ella- hasta que mencionó que su hermana tenía síndrome de Down.

Rut Valenzuela, presidenta de la institución Futuro 21, -que acoje a niños con este síndrome, y donde asiste Andrea- se mostró indignada y señaló que lo correcto hubiese sido pedirle una evaluación médica que acreditara que está en condiciones de asistir a un gimnasio.

No obstante, el gerente de la zona sur del gimnasio SportLife, Enrique Venegas, desmintió categóricamente todo tipo de discriminación. Sostiene que la recepcionista con más de 7 años de experiencia, le explicó que la joven necesitaba una evaluación.

Venegas cree que acá hubo un lamentable confusión, ya que Sport Life ha tenido en otras temporadas a niños con síndrome de Down y a muchos otros discapacitados. De hecho, destacó que el gimnasio está completamente equipado para todo tipo de personas y cuentan con los profesionales idóneos.

Finalmente se mostró muy dispuesto a recibir a Andrea y su familia, por lo menos para conversar y aclarar este problema que sólo atribuye a una confusión.