El jefe del gobierno regional de Irlanda del Norte, Peter Robinson, fue exculpado tras una investigación sobre posibles malversaciones en un escándalo provocado por la relación extramarital de su esposa con un adolescente, anunció este miércoles su oficina.

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Robinson precisó que retomaba su cargo de Primer Ministro al que renunció temporalmente el 11 de enero mientras se llevaba a cabo esta investigación encargada por el propio gobierno.

“He actuado correctamente en todo momento, y en cumplimiento con todas mis obligaciones públicas”, declaró Robinson en un comunicado.

El líder del partido protestante DUP (siglas en inglés de Partido Unionista Democrático) estaba sometido a una fuerte presión desde que su esposa Iris, de 60 años, fue acusada a principios de enero de malversaciones en beneficio de un joven amante 40 años menor que ella.

Según la BBC, esta diputada de la asamblea regional de Irlanda del Norte y de la Cámara de los Comunes británica, utilizó su influencia para ayudar a su amante Kirk McCambley, hoy de 21 años, a abrir un café en 2008 y convenció a dos ricos empresarios para que invirtieran una importante cantidad de dinero –50.000 libras (80.000 dólares, 55.000 euros)– en este local.

La investigación, pedida por el propio jefe de gobierno, debía examinar su conducta en este caso después de que su mujer le confesara la relación a principios de 2009.

Robinson, que había sido reemplazado en forma interina por la ministra Arlene Foster, anunció este miércoles que la investigación sobre las acusaciones de un programa de la BBC de que debería haber informado a las autoridades de los compromisos económicos de su esposa, concluyó que no infringió su código de conducta ministerial.

Estas acusaciones habían añadido una dimensión política a un asunto familiar en un momento delicado en Irlanda del Norte, donde una crisis amenazaba con desintegrar el gobierno compartido entre católicos y protestantes y descarrilar el frágil proceso de paz iniciado con los acuerdos del Viernes Santo de 1998.

La aplicación de estos acuerdos, que pusieron fin a tres décadas de conflicto, sigue bloqueada por la falta de acuerdo entre unionistas y católicos sobre la transferencia de los poderes de policía y justicia de Londres a Belfast.

Después de más de una semana de negociaciones, los representantes del DUP y del Sinn Fein continuaban este miércoles tratando de acercar posturas.

“Se han hecho progresos considerables. Con buena voluntad política creemos que los partidos deberían poder alcanzar un acuerdo razonable”, declaró el secretario británico para Irlanda del Norte, Shaun Woodward.