Uno de los gangsters británicos más temibles de la historia de ese país, Colin Gunn de 42 años, quebró todas las reglas comunicacionales al interior de la cárcel y amenazó por su cuenta de Facebook a sus enemigos.

Imagen: telegraph.co.uk

Según cuenta The Telegraph, Gunn está preso actualmente por ser el autor intelectual del asesinato de la pareja compuesta por John y Joan Stirland en 2004.

Pero, pese a su condición, el astuto gangster pensó en mantener su reputación oscura frente a sus enemigs y amenazarlos a través de su cuenta en la popular red social.

Incluso se dio el tiempo de postear un esperanzador mensaje: “Algún día volveré a casa”.

Pero lo que vino dejó a varios enemigos asustados: “No puedo esperar estar frente a frente a ciertas personas y ver el miedo que sienten por estar frente a ellos”.

Ahora ¿Cómo se explica que un reo se pueda comunicar por Internet? No es algo nuevo que estas personas violen las reglas (o a veces compren a los guardias) para pasar teléfonos y otros accesorios.

Lo cierto es que la gracia le duró poco a Gunn, pues los prisioneros tienen prohibido el acceso a sitios web.

“Estamos extremadamente preocupados de que los reos logren actualizar su Facebook y otras redes sociales por medio de tecnología ilícita o contactos fuera de la cárcel”, dijo el Ministro de Justicia inglés.

Los prisioneros no tienen acceso a la web a menos que ésta sea parte de programas educativos dentro de la cárcel.

Otras autoridades agregaron que harán todo lo posible por revertir esta situación y legalizarla, por el bienestar de las víctimas y de la sociedad en general.

Tanto revuelo han causado este tipo de casos que incluso a principios de enero los familiares de las víctimas de asesinos pidieron que estas acciones tecnológicas antisociales (Electronic Anti-social Behaviour Orders) fueran ilegales.

Si bien ahora Facebook anuló la cuenta de Gunn, sus enemigos todavía andan tiritando de miedo por las calles.