El canciller brasileño, Celso Amorim, defendió el martes un mundo sin armas nucleares, citó como ejemplo de colaboración la entablada por Brasil y Argentina y sostuvo que el coste de producción y mantenimiento de armas nucleares es superior a la reconstrucción de Haití.

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“El desarme es un objetivo complejo, caro y largo, pero es una decisión política tanto como la decisión de no proliferación”, sostuvo Amorim en un discurso pronunciado durante un almuerzo ante un selecto grupo de asistentes al foro de la coalición “Global Zero” reunido en la capital francesa.

Amorim, para quien “ha llegado el momento del desarme nuclear”, la “posibilidad de concluir las negociaciones” sobre el tratado que reemplazará al START I entre Estados Unidos y Rusia “es una señal alentadora”, pues esos dos países controlan casi el 90% de las armas nucleares que existen en el mundo.

Estados Unidos y Rusia reanudaron el lunes en Ginebra las negociaciones destinadas a reemplazar el tratado de desarme nuclear START I, que data de 1991, al final de la Guerra Fría, y que venció en diciembre pasado.

“Otros Estados poseedores de armas nucleares deben sumarse, más pronto que tarde”, afirmó el ministro brasileño de Relaciones Exteriores para quien el mundo “necesita avanzar más allá de las reducciones unilaterales”.

Amorim citó como ejemplo de colaboración la entablada en los años 80 y 90 por Brasil y Argentina con la creación de agencias nucleares bilaterales que trabajaban con la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).

“Ello podría servir de inspiración para otros países”, sostuvo Amorim que en 1995 integró la Comisión Canberra por la eliminación de las armas nucleares.

“Ideas creativas como ésta y acciones coordinadas se necesitan a todos los niveles -bilateral, regional y multilateral- para alcanzar un mundo sin armas nucleares”, afirmó el responsable brasileño ante un selecto auditorio reunido en un lujoso hotel de París.

El ex primer ministro francés Michel Rocard, la ex presidenta de Irlanda Mary Robinson, el ex secretario del departamento de Estado George Shultz, el actual canciller de Suecia Carl Bildt, y el actor estadounidense Michael Douglas, estaban entre los comensales que escucharon la intervención del jefe de la diplomacia de Brasil, que no olvidó la tragedia de Haití.

“El costo de la reconstrucción de Haití es probablemente menor de lo que cuesta producir y mantener” las actuales ojivas nucleares, sostuvo Amorim.

Haití, donde Brasil dirige la Misión de Estabilización de Naciones Unidas (MINUSTAH), fue devastado el 12 de enero por un potente sismo que dejó 170.000 muertos y destruyó las principales infraestructuras de Puerto Príncipe.

Los presidentes estadounidense, Barack Obama, y ruso, Dimitri Medvedev, saludaron la iniciativa de “Global Zero” y reafirmaron su compromiso en alcanzar un acuerdo que permita reemplazar el tratado START.

Ambos dirigentes acordaron en julio de 2009 reducir el número de cabezas nucleares a entre 1.500 y 1.675 para cada país.

“Un mundo sin armas nucleares. Como presidente es una de mis mayores prioridades”, dijo Obama en un mensaje leído al comenzar el foro de “Global Zero”, que concluirá el jueves, y al que asistirán unas 200 personalidades de políticas, militares, religiosas y de negocios.

En otro mensaje Medvedev abogó porque “algún día, las armas de destrucción masiva formen parte del pasado”.

“Hoy las armas nucleares no son necesarias”, afirmó el canciller brasileño, que recordó que la Constitución de Brasil “es una de las pocas del mundo que establece el uso de la energía nuclear para fines pacíficos”.

La coalición “Global Zero”, creada en diciembre de 2008 elaborará una serie de recomendaciones destinadas a los líderes del mundo entero de cara a la conferencia sobre seguridad prevista en abril en Washington y a la conferencia sobre el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) que se celebrará en mayo.