Los jefes de Estado y de gobierno de la Unión Africana (UA), reunidos en Addis Abeba, abordan el lunes las crisis más graves que afronta el continente, empezando por las tensiones en Sudán.

El dirigente libio Muammar Kadhafi, que la víspera, en la apertura de esta 14ª cumbre de la UA fue remplazado en la presidencia rotativa por el jefe de Estado de Malawi, Bingu wa Mutharika, manifestó el temor de que Sudán se convierta en “otra Somalia”.

Las tensiones se acentúan en Sudán cuando faltan tres meses para las elecciones generales y un año para el referéndum sobre la independencia del sur del país, que se realizará seis años después de la firma de un acuerdo de paz.

Muchos observadores temen que la eventual secesión de Sudán del Sur desestabilice la región que aparece como una de las más frágiles del continente.

“Si el Sur tiene derecho a separarse, habrá peligro para el Sur. El desencadenamiento de la guerra no será entre el Norte y el Sur, será dentro del propio Sur. El Sur no está unido”, estimó Kadhafi en conferencia de prensa dada el domingo por la noche.

En caso de secesión, Sudán del Sur “será frágil y codiciado por sus vecinos”, que ambicionarán “apropiarse de sus recursos, petróleo u otros”, advirtió.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que estuvo presente en el primer día de la cumbre, hizo también hincapié en el problema de Sudán.

“La ONU tiene una gran responsabilidad, junto con la UA, en el mantenimiento de la paz en Sudán”, “este año tendrá una importancia crucial para Sudán, con las elecciones dentro de tres meses y el referéndum dentro de un año”, dijo.

En su conferencia de prensa, Kadhafi lamentó que el presidente de la Unión Africana “no tenga prerrogativas”.

Lamentó asimismo la falta de progresos en el proyecto de integración regional.

En la reunión del lunes, los dirigentes africanos pasarán revista asimismo a la situación en Somalia, donde el gobierno interino respaldado por la comunidad internacional hace frente a una insurgencia islamista.

Al respecto, evaluarán el desempeño de las fuerzas de la Unión Africana en Somalia (Amisom), que desde hace casi tres años está desplegada en el país para cumplir una misión de mantenimiento de la paz.

En la agenda figuran asimismo el cambio climático y la Corte Penal Internacional (CPI), cuyas relaciones con la UA fueron afectadas por las acusaciones de ese tribunal contra el presidente sudanés Omar al Beshir.