Impulsada por la buena respuesta de la economía brasileña ante la crisis internacional, la bolsa de valores de Sao Paulo termina el año liderando las ganancias de los mercados mundiales, con avance de 82% y la expectativa de consolidar esa posición en 2010.

La bolsa más importante de América Latina vivió un 2009 de optimismo, impulsada por la fuerza del mercado interno, los precios de las materias primas en el mercado internacional y un dólar debilitado.

Los inversores retornaron al mercado financiero brasileño luego de que el índice paulista terminara 2008 con un fuerte retroceso de 41,22%, que cortó cinco años consecutivos de ganancias.

En 2010, los analistas prevén que el indicador esté sostenido por la recuperación de la economía local y alcance nuevos máximos que oscilarán en el nivel de los 80.000 puntos. Su último récord fue de 73.516 puntos el 20 de mayo de 2008.

“El mercado este año estuvo muy concentrado en papeles con mucho peso en el Ibovespa”, el principal índice de la bolsa paulista, como la minera brasileña Vale o la estatal petrolera Petrobras, declaró a la AFP Francisco da Silva Coelho, presidente de la Orden de Economistas de Brasil.

“La tendencia debe continuar en 2010 ya que existe una expectativa positiva en el área de materias primas” que debe impulsar al índice paulista a los 80.000 puntos con ganancias de 15%, previó.

Optimistas, las consultoras HSBC, XP Invest, Link y Merrill Lynch esperan un Ibovespa superior a 85.000 puntos.

El apetito por el mercado brasileño hizo que Brasil batiera sus récords de inversión extranjera en acciones de bolsa y títulos públicos, que debe superar los 46.000 millones de dólares este año, según el Banco Central.

En la década que también finaliza, la bolsa paulista registró ganancias por casi 300%, tras cerrar a 17.091,60 puntos el 30 de diciembre de 1999. De hecho, desde 2003 el índice registró un aumento sostenido hasta el estallido de la crisis de setiembre de 2008, para luego recuperarse este año.

De su lado, el real finaliza el año con una valorización de más de 30%, estimulando las importaciones y el aumento de reservas internacionales, que se elevan a 238.864 millones de dólares (al 28 de diciembre), pero también ayudó a una contracción de 22,7% de las exportaciones, con la caída de la competitividad de los productos manufacturados.

“El crecimiento del mercado interno (durante 2010) debe compensar esa baja en el comercio externo”, estimó Da Silva Coelho.

El real deberá permanecer estable entre 1,80 y 1,85 unidades por dólar el año próximo, afirmó el economista.

Brasil sufrió un breve aunque fuerte impacto de la crisis internacional en el último trimestre de 2008 y el primero de 2009, pero con la recuperación a partir del segundo trimestre debe cerrar este año con un crecimiento de 0,2%, según el Banco Central.

Para el año próximo, el ente monetario prevé una expansión de 5,8% del PIB, ayudado especialmente por el consumo interno.

“Esperamos un 2010 bastante positivo y radicalmente opuesto a lo que proyectamos el año pasado”, afirmó el economista José Roberto Mendonça de Barros, de la consultora MB Asociados.

Según la Federación de Comercio del Estado de Sao Paulo (Fecomercio), la recuperación de la economía brasileña no fue mayor en 2009 debido al aumento de los gastos del gobierno para costear los planes anti crisis, la exagerada apreciación del real, el débil desempeño de la industria (que se contrajo más de 7% por la crisis) y la fuerte reducción de las exportaciones.

La Confederación Nacional de la Industria prevé una expansión del sector de 6 a 7% el próximo año.

A su vez, “la inversión extranjera seguirá fuerte en Brasil, que es visto como uno de los países con el riesgo más bajo de América Latina”, agregó Da Silva Coelho.