Una presunta desequilibrada mental agredió a Benedicto XVI, haciéndole caer al suelo el jueves, en la basílica de San Pedro del Vaticano, poco antes del inicio de la Misa del Gallo, que el Papa ofició normalmente mientras miles de fieles celebraron la Nochebuena en Belén.

El incidente se produjo durante la procesión de inicio de la Misa, que excepcionalmente empezó este año a las 22:00 locales (18:00 horas), dada la edad del Papa, 82 años, y los múltiples compromisos que le esperan el día de Navidad.

La desconocida logró saltar la barrera de seguridad y empujó violentamente al Papa que avanzaba por la basílica acompañado por unos 30 cardinales, dijo a la AFP el portavoz papal, Federico Lombardi.

“Fue una agresión pero no peligrosa, porque la mujer no estaba armada”, precisó posteriormente Lombardi al subrayar “el gran control de sí y de la situación” que tuvo el Papa, que cayó pero se levantó rápidamente y celebró la quinta Misa del Gallo de su Pontificado con toda tranquilidad.

Según el portavoz vaticano, la misma mujer ya trató de pasar las barreras de seguridad para acercarse al Papa en la Misa del Gallo de 2008.

Las imágenes transmitidas por la cadena de televisión Sky News muestran claramente una mujer con una chaqueta roja que salta la barrera de seguridad, tira al Papa del cuello hacia ella y le hace caer al suelo.

(Gracias a Juan José Arriagada por notificarnos de este video)

http://www.youtube.com/watch?v=uGNqYNiSTjc

La mujer -cuya identidad no fue dada a conocer- fue arrestada e interrogada el jueves por la noche por los guardias del Vaticano. Al parecer sufre problemas psíquicos.

En el incidente, el cardenal francés, Roger Etchegaray, de 87 años, también se cayó y se rompió un fémur, por lo que fue ingresado en el hospital Gemelli de Roma.

Tras el incidente, Benedicto XVI siguió normalmente con la celebración eucarística y en su homilía -una de las más importantes del año católico junto con la de Semana Santa- denunció el “egoísmo” individual y colectivo.

“Los conflictos en el mundo, las dificultades en las relaciones provienen del hecho que estamos atrapados en nuestros propios interesas y nuestras opiniones personales, en nuestro minúsculo mundo interior”, afirmó Benedicto XVI al hacer un llamamiento a “renunciar a la violencia” y recurrir “a las únicas armas del amor y la verdad”.

La anticipación de la Misa del Gallo -que su antecesor Juan Pablo II siempre celebró a medianoche, incluso en sus últimos años de vida- provocó rumores sobre presuntos problemas de salud de Benedicto XVI, desmentidos a principios de diciembre por su portavoz.

Por su parte, en Belén, la ciudad natal de Jesús según los evangelios, miles de cristianos celebraron la Navidad, empañada como todos los años por las restricciones provocadas por la ocupación israelí.

Un desfile de ‘scouts’ marcó el inicio de las festividades en la Plaza del Pesebre, frente a la Basílica de la Natividad, en medio de un ambiente de alegría general.

El Patriarca latino de Jerusalén, monseñor Fuad Twal, celebró la Misa del Gallo en la iglesia de Santa Catalina, aledaña a la basílica de la Natividad, en presencia del presidente palestino, Mahmud Abbas, el primer ministro, Salam Fayyad, y de los cónsules generales en la Ciudad Santa.

“Me dirijo a todos los creyentes del mundo para pedirles que recen por la Tierra Santa, que sufre y espera”, dijo en su homilía antes de hacer un llamamiento a israelíes y palestinos a tratarse mutuamente con respeto.

El retorno de los peregrinos por tercer año consecutivo estimuló la economía de esta ciudad de Cisjordania que se vio muy afectada por la segunda Intifada palestina en septiembre de 2000.

Pese a la calma imperante en la ciudad y a que el ejército israelí se abstiene en general de penetrar en esta zona dotada de un estatuto de autonomía, los retenes militares a la entrada de Belén y el muro que separa la ciudad de Jerusalén Este anexada por Israel recuerdan la ocupación israelí.

Presentado como una “barrera antiterrorista” por Israel, el muro, que debe extenderse a lo largo de 700 km, es calificado por los palestinos como “muro del apartheid”.

Otrora mayoritarios, los cristianos sólo representan un 20% de los 180.000 habitantes de Belén y de las localidad limítrofes, según las autoridades.