El presidente venezolano, Hugo Chávez, amenazó con expropiar la planta en Venezuela del constructor de autos japonés Toyota que, según denunció, “no quiere” ensamblar vehículos todoterreno en el país, y extendió la advertencia a otras ensambladoras como Ford, General Motors y Fiat.

Toyota

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“Inmediatamente ordeno inspección a la Toyota, a ver cómo es eso de que la Toyota no quiere fabricar el rústico (todoterreno). Hay que obligarla y si no que se vaya de aquí y traemos otra empresa”, lanzó Chávez el miércoles, durante un acto oficial. “Los chinos quieren venir, los chinos hacen el rústico”, agregó.

Chávez pidió fijar a Toyota una cuota mínima de autos todoterreno ensamblados en Venezuela y amenazó con expropiar sus instalaciones en caso de que se nieguen a cumplirla.

“Supón que la gente (de Toyota) no quiera. Bueno, le decimos que se vayan, esta casa es nuestra. Y esos mismos galpones y fábricas las tomamos, las expropiamos, les pagamos lo que valga, nosotros no vamos a robar a nadie, y entonces llamamos rápidamente a los chinos”, zanjó.

Asimismo, Chávez advirtió a las “empresas tradicionales” de autos que “deben estar dispuestos a transferir tecnología” a Venezuela.

“Tienen 50 años aquí, Ford, General Motors, Toyota, Fiat, y ¿cuándo han transferido tecnología? Nunca. Si ellas no quieren, que se vayan de aquí (…) No nos hacen falta, no estamos interesados”, señaló.

Chávez entregó el miércoles autos importados “sin intermediarios” de Argentina, que fueron vendidos a precios más económicos por una nueva red de comercios “socialistas”, lanzada esta semana.

“No vamos a seguir permitiendo que continúen especulando con los carros”, dijo.

En Venezuela funcionan siete plantas ensambladoras que compran en el exterior las piezas que el país ya no produce.

Desde 2008, la importación de estas piezas se ha visto mermada y con ello la producción, debido a que el gobierno, que mantiene un férreo control cambiario, restringió la concesión de divisas a la tasa oficial de 2,15 bolívares por dólar.

A esta situación, se le sumaron los diferentes conflictos laborales en las plantas este año, entre las que destacaron las huelgas en Toyota y MMC Automotriz (Mitsubishi, Hyundai y Fuso).