Estas son algunas de las principales frases de la cumbre sobre el clima de Copenhague, que concluyó este sábado con un acuerdo mínimo:

Presidente estadounidense, Barack Obama:

“Por primera vez en la historia, las principales economías se han unido para aceptar su responsabilidad y llevar a cabo acciones contra la amenaza del cambio climático”.

“A medida que avancemos, tendremos que ganar velocidad a partir de lo logrado aquí en Copenhague. Hemos recorrido un largo camino, pero todavía debemos ir mucho más lejos”.

Secretario general de la ONU, Ban Ki-moon:

“Tal vez no sea todo lo que esperábamos, pero esta decisión de la conferencia de las partes es una etapa esencial”.

Presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva:

“Voy a decir esto con franqueza y en público, algo que no he dicho todavía en mi propio país, que ni siquiera he dicho a mi equipo aquí, que no ha sido presentado ante mi Congreso. Si es necesario hacer más sacrificios, Brasil está dispuesto a poner dinero para ayudar a otros países. Lo haremos”.

Ministro brasileño de Medio Ambiente, Carlos Minc:

“El premio Nobel no está a la altura de la expectativa que la población del planeta tiene en él. Obama, haz alguna cosa o vas a tener que devolver el premio Nobel aquí”.

Presidente mexicano, Felipe Calderón:

“Sabemos que el coste de combatir el cambio climático es alto, pero el coste de no combatirlo es infinitamente más alto e impagable para muchos de los países más pobres”.

“Ha llegado el momento de osar romper los paradigmas, la lucha contra el cambio climático debe ser asumida por todas las naciones, desarrolladas y en desarrollo”.

Presidente venezolano, Hugo Chávez:

“Obama vino, habló y salió por la puerta de atrás” (…) “Por cierto, huele a azufre aquí, sigue oliendo a azufre en este mundo”.

“Los ricos están destruyendo el planeta, será que piensan irse para otro”.

Delegada venezolana Claudia Salerno Caldera:

“Van ustedes a avalar este golpe de Estado contra la Carta de Naciones Unidas”.

Presidente bolivano, Evo Morales:

“Es una vergüenza que (los países industrializados) dediquen sólo 10.000 millones de dólares en ayuda a los países pobres. Es una vergüenza cuando Estados Unidos gasta mucho más para exportar el terrorismo hasta Afganistán y las bases militares hasta Sudamérica.

Embajador boliviano antes Naciones Unidas, Pablo Solón:

“Hay que promover que los negociadores salgan de la irrealidad que se está viviendo aquí en Copenhague. Parece que los negociadores están viviendo en la Matrix. Mientras tanto, la negociación real tiene lugar (…) en discretas cenas restringidas con invitados selectos”.

Delegado de Tuvalu, Ian Fry:

“Parece que nos están ofreciendo 30 monedas de plata para que traicionemos a nuestra gente y a nuestro futuro”.

Ministro noruego de Medio Ambiente, Erik Solheim:

“Un paso adelante es mucho mejor que dos pasos atrás”.