La excavación de la fosa de Alfacar, cerca de Granada (sur de España), donde supuestamente se encontraban los restos del poeta García Lorca, fusilado en 1936, finalizaron “con la evidencia científica de que nunca hubo enterramientos”, dijo el gobierno regional andaluz.

“Se ha cribado el terreno palmo a palmo sin que hayan aparecido ni un solo hueso, ni ropa, ni casquillos de bala”, afirmó en una rueda de prensa la consejera de Justicia andaluza, Begoña Alvarez, confirmando una información que había adelantado el diario El País.

El informe de los arqueólogos que han abierto varias fosas en la zona, donde supuestamente estaba enterrado el poeta andaluz junto a 2 banderilleros anarquistas y un maestro de escuela, concluye que el lugar no podía contener fosas por la escasa distancia entre la superficie de tierra y el lecho de roca a sólo 40 cm, cuando una fosa debería estar como mínimo a 1,5 m de profundidad.

“Creemos que en toda el área excavada nunca se realizaron fosas de enterramiento, ni han existido restos óseos humanos”, afirma el informe de los arqueológos, dirigidos por Francisco Carrión Méndez.

“Esta seguridad viene avalada por el trabajo arqueológico, que no sólo no ha encontrado ni indicios ni restos, sino que además el estudio de la estratigrafía de esta área es contundente y no deja lugar a duda alguna”, concluye el informe.