Un refuerzo al monitoreo instrumental que se mantiene en el volcán Llaima, comenzó a aplicarse desde ayer, con la instalación de otras 4 estaciones de banda ancha, sumado al despliegue en terreno de tres equipos del Servicio Nacional de Geología y Minería, Sernageomin.

A partir de la última observación directa, lograda la tarde del lunes se pudo apreciar abundantes fumarolas asociadas a vapor de agua principalmente, sin que fuera posible seguir con el monitoreo debido a las condiciones meteorológicas en la zona, que ha registrado cielos nublados e incluso tormenta eléctrica.

En la última medición instrumental, se identificó baja concentración de dióxido de azufre, lo que apoya la hipótesis de taponamiento de la parte superior del cráter.

La fisura de mayor actividad y extensión se localizó en el flanco noreste, siendo la misma que estuvo activa durante abril y junio de 2009, en cuya oportunidad emitió tanto gases como cenizas.

De acuerdo a estos antecedentes, y dado que la actividad sísmica registrada desde principios de diciembre continúa, no se descarta la posibilidad de un nuevo proceso eruptivo. Por ello, se mantiene, Alerta Amarilla en las comunas de Melipeuco, Vilcún, Curacautín, Cunco y Lonquimay y continúa la restricción a la zona del volcán en un radio de 4 kilómetros en torno al cráter principal.

En función de esta condición de alerta, se reforzó el monitoreo instrumental con la instalación de 4 estaciones sísmicas de banda ancha, a partir de este 8 de diciembre, que se suman a las cuatro que permanentemente reportan el comportamiento del Llaima. Adicionalmente, Sernageomin desplegó en la zona 3 equipos de trabajo en terreno.