La presidente filipina Gloria Arroyo, confrontada a un riesgo de rebelión, decretó el sábado la ley marcial en la provincia de Maguindanao, en el sur del país, tras la detención de su gobernador, vinculado a la matanza de 57 civiles el pasado 23 de noviembre.

Es la primera vez que en Filipinas se instaura la ley marcial desde la dictadura de Ferdinand Marcos. En aquel entonces, todo el país había sido colocado bajo la ley marcial entre 1972 y 1981.

El jefe de la policía filipina, Jesus Verzosa, y el jefe del estado mayor del ejército, general Victor Ibrado, explicaron esta decisión por la amenaza creada por el importante ejército privado creado por el gobernador provincial Andal Ampatuan, detenido el sábado.

Ampatuan, expulsado de la coalición de Gloria Arroyo después de la matanza del 23 de noviembre, está acusado de estar implicado en ésta, la que estaría vinculada a rivalidades entre son clan y el dlan adverso por el control d ela provincia, donde debe haber elecciones en 2010.

Según el ejército, la instauración de la ley marcial es consecutiva al descubrimiento el jueves de un importante arsenal, compuesto de armas anti-tanque, morteros y fusil-ametralladoras, a un centenar de metros de la propiedad de la familia Ampatuan, en Shariff Aguak.

El portavoz de la presidenta, Cerge Remonde, explicó de su lado que esta decisión fue adoptada “en respuesta a los llamados a la justicia lanzados por los parientes de las víctimas de la matanza Maguindanano.

Más de 4.000 soldados fueron desplegados en la provincia y numerosos puestos de control fueron isntalados cerca de Shariff Aguak, constató la AFP.