Tras una asamblea que congregó a 2.500 trabajadores forestales en el gimnasio de Curanilahue, los sindicatos de la Usinfa determinaron seguir con la paralización en la provincia de Arauco, pero dejando en libertad de acción a las plantas de Nueva Aldea, Cholguán y Valdivia.

De esta forma, los forestales aceptaron la propuesta de la Iglesia a través del arzobispo Ricardo Ezzati, de establecer una mesa de diálogo junto a los contratistas y el Gobierno, ya que el holding Arauco se niega terminantemente a conversar con los trabajadores bajo el argumento de que su movilización es ilegal.

Juan Miranda, presidente de la Usinfa, solicitó sin embargo que la empresa Arauco haga un gesto hacia los trabajadores y termine con lo que llaman una persecución sindical, denunciando que se han enviado cartas anunciando el despido de los trabajadores en la provincia de Arauco.

Mientras, en una asamblea que se prolongó por más de 4 horas, los trabajadores forestales movilizados de la Región de Los Ríos decidieron deponer la paralización que mantenían los funcionarios externos de Celulosa Arauco.