El Gobierno se mostró preocupado ante la escasez de agua en la industria minera del cobre, planteando la necesidad de construir plantas desalinizadoras para poder reducir en un 15 % la demanda hídrica hacia el año 2020

Avanzar en una política pública que permita asegurar el consumo de agua en la industria minera fue lo que planteó el ministro del ramo Santiago González, luego de conocer los resultados de un estudio desarrollado por la Comisión Chilena del Cobre, Cochilco, que prevé una producción del metal de 7,3 millones de toneladas hacia el año 2020 y un incremento en el consumo de agua de 540 millones de metros cúbicos a nivel nacional.

Por ello, el titular de Minería fue enfático al señalar que no se aprobarán los proyectos que no cuenten con fuentes hídricas alternativas.

La Región de Atacama es una de las zonas más afectadas del país, de hecho, el último Informe Anual de la Dirección General de Aguas pronosticó un 50 por ciento menos de reserva hídrica en Copiapó, a causa del fuerte déficit del embalse Lautaro.