Imagen: Gobierno del Estado de Sao Paulo en Flickr

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Médicos y expertos protestaron airadamente por las nuevas recomendaciones oficiales para aumentar la edad en la que deben realizarse mamografías, advirtiendo que más mujeres morirán producto de cáncer de seno, que ya se cobra unas 40.000 vidas por año.

Los servicios de medicina preventiva (Preventive Services Task Force, USPSTF) de Estados Unidos cuestionaron el lunes la utilidad de las mamografías anuales para detectar el cáncer de seno en las mujeres de 40 a 49 años y solo recomiendan exámenes a partir de los 50 años.

Incluso, estimaron que las mujeres de 50 a 74 años deberían realizarse el examen cada dos años, en vez de anualmente.

“La mamografía salva vidas y reducir las mamografías costaría vidas”, aseguró el doctor Timothy Johnson, oncólogo del Holyoke Medical Center en Massachusetts (noreste).

“Estoy absolutamente en contra de la propuesta de eliminar las mamografías en mujeres de 40 a 50 años”, dijo a la AFP.

Unas 210.000 mujeres estadounidenses por año se ven afectadas por cáncer de seno, el cáncer más común en las pacientes mujeres del centro Holyoke.

Las conclusiones del organismo estatal ocurren 2 años después de que ese panel divulgara un informe sobre el mismo tema pero que no recomendó aumentar la edad para los controles.

Algunos se preguntaban si las recomendaciones forman parte de un esfuerzo de reducción de costos, cuando Estados Unidos atraviesa un debate sobre la reforma de su sistema de salud, algo que no ocurría hace 2 años.

Pero si esa es la idea, eliminar las mamografías para las mujeres más jóvenes no es la manera, estimó la doctora Christine Pellegrino, del Montefiore-Einstein Center for Cancer Care en Nueva York.

“¿No van a rembolsar el costo de las mamografías para las mujeres más jóvenes, contra el riesgo potencial de tener que absorber el caso de una mujer que se presente años más tarde con un cáncer de seno avanzado, cuando ya estarás hablando de quimioterapia, cirugía, más quimioterapia, radiación y un gran potencial de reaparición?”, se preguntó Pellegrino, directora de la clínica de seno de Montefiore-Einstein.

“Eso no solo tiene un enorme costo financiero sino también un impacto psicológico devastador”, estimó Pellegrino. “Si una mujer se presenta a los 50 años para su primer examen y descubren que tiene este enorme cáncer y sabes que si la hubieras examinado pocos años antes lo habrías encontrado… (…); nadie se recuperará de eso”.

Las mamografías cuestan actualmente al sistema de salud público estadounidense Medicare entre 3.000 y 5.000 millones de dólares por año.

El estudio realizado por el organismo estatal destaca los errores de estos exámenes, que conducen a veces a un sobrediagnóstico que implica una operación quirúrgica innecesarua y que otras veces no detectan el cáncer.

Pero Debbie Guardian, que sobrevivió a un cáncer, estimó que un falso-positivo es un precio menor a pagar por la posibilidad de detectar un tumor real a tiempo.

“¿Qué es peor? ¿Mucho estrés solo para descubrir que era una vieja calcificación o mucho estrés por descubrir que tienes un cáncer de seno pero que es tratable porque te hiciste el examen a tiempo?”, indicó a la AFP Guardian, a quien le confirmaron que tenía cáncer de seno pocos días después de cumplir 50, el año pasado.

“Fui cada año (a realizarme una mamografía) desde los 40. Si no hubiera ido cuando todavía tenía 49, no habría sabido que tenía cáncer porque no era lo suficientemente grande como para sentirlo pero sí como para que fuera serio”, dijo.

La recomendación del panel de expertos “no es sensata, por decirlo de una forma educada”, opinó.

Según los datos de los servicios de medicina preventiva, las mamografías salvan la vida de una de cada 1.900 mujeres de 40 a 49 años. Salvan la vida de una de cada 1.300 mujeres de 50 a 59 años.