Contaminación de los ríos con agroquímicos, sobreexplotación de los recursos marinos, polución del aire, disminución de la reforestación y explosión inmobiliaria son algunos de los problemas más acuciantes para Costa Rica, pese a su imagen de paraíso ecológico.

Estas son las conclusiones del XV Informe de la Nación, un prestigioso estudio elaborado anualmente por las 4 universidades estatales con apoyo de otras instituciones públicas y privadas.

Aunque Costa Rica mantiene un 26% de su territorio protegido, el país está perdiendo recursos biológicos en forma acelerada debido a factores como el cambio climático, la contaminación y la sobreexplotación, concluye el estudio.

La política de “Paz con la naturaleza” que el presidente Oscar Arias proclamó al inicio de su administración, en 2006, no ha sido suficiente para frenar el deterioro de los recursos y la calidad del ambiente, según el voluminoso estudio.

Entre los principales problemas ambientales, el informe señala la contaminación de los sistemas de abastecimiento de agua, especialmente de tipo fecal, pero también química “dada por el uso excesivo de plaguicidas en actividades agrícolas de tipo monocultivo, como es el caso de la piña”.

Se utilizan casi 3.000 tipos distintos de plaguicidas, según el informe, que advierte que los organismos estatales a cargo del tema no cuentan con suficiente información que les permita reducir el impacto de la actividad agrícola sobre los ecosistemas y la salud humana.

Otro de los problemas que subraya la publicación es la ausencia, desde el año 2006, de estadísticas pesqueras, que permitan medir el ritmo de explotación del recurso marino, aunque ciertos indicadores -dice- muestran un grave deterioro.

“Entre 1997 y 2006, la explotación descontrolada provocó una disminución del 51% en los desembarques de camarón blanco” y “los peces como pargos, corvinas, meros, róbalos, jureles, macarelas y cabrillas están corriendo la misma suerte”, advierte el Estado de la Nación.

En el campo forestal, llama la atención sobre el hecho de que en los últimos años se ha producido una disminución notable de las áreas de reforestación, actividad que tuvo su auge en la década de 1990 gracias a incentivos estatales.

Mientras en esa década se reforestaban cerca de 9.000 hectáreas anuales, la cifra ha caído a un promedio de 3.000 hectáreas en los últimos años, debido a la explosión del negocio inmobiliario, que ha elevado especulativamente el valor de la tierra.

Por otra parte, el estudio advierte sobre la reducción del bosque seco de la costa del Pacífico norte, que es una de las últimas reservas de este ecosistema, reducido en un 98% en el mundo.

En este caso son también los desarrollos inmobiliarios, asociados sobre todo a la expansión de la industria turística, lo que está ocasionando la paulatina desaparición del bosque seco costarricense.

Finalmente, la investigación alerta sobre un peligroso incremento de la contaminación atmosférica en varios puntos del gran conglomerado metropolitano de Costa Rica, que incluye las ciudades de San José, Heredia, Alajuela y Cartago.

En al menos uno de esos puntos, estudios especializados demostraron que hay una concentración de partículas contaminantes muy superiores al máximo aceptado por las normas internacionales como “aceptable” para la salud humana.

La falta de información y de controles apropiados por parte de las instituciones nacionales encargadas agrava el problema y dificulta la búsqueda de soluciones, concluye el informe.