“Francamente no hay justificación” para que un grupo de seguidores del gobernante Frente Sandinista haya atacado el mes pasado con morteros y piedras la embajada de Estados Unidos en Nicaragua, afirmó este jueves el embajador estadounidense Robert Callahan.

“No hay justificación para eso, francamente no hay justificación”, condenó el diplomático al recordar el incidente, con motivo de las agresiones que opositores al gobierno sufrieron el lunes pasado por parte de grupos sandinistas en Managua.

La embajada norteamericana fue atacada el pasado 29 de octubre por seguidores del gobierno sandinista, que protestaban contra las críticas que el embajador hizo sobre un cuestionado fallo que habilitó al presidente Daniel Ortega optar a una eventual reelección en los comicios del 2011.

Callahan dijo que los manifestantes del gobierno provocaron “daños a la embajada” y “amenazas a las personas” que trabajan en la sede.

“Nosotros creemos que todo el pueblo tiene derecho a manifestarse, pero siempre de una forma pacífica, pero desgraciadamente la manifestación contra nuestra embajada llegó a ser una cosa para mí, muy, muy fea”, expresó el representante de Washington.

Consideró además que “el grupo que llegó a asaltar la embajada no es representativo del pueblo” nicaragüense.