El ex procurador de la Compañía Chilena de Fósforos, reconoció haberse apoderado de más de 2 mil millones de pesos y darse una vida de lujos y excentricidades.

En el 8º Juzgado de Garantía de Ñuñoa se leerá la sentencia a Cristián Lizama, ex procurador que desfalcó a la empresa Compañía Chilena de Fósforos.

La historia comienza en 2001, cuando Lizama ingresó a trabajar en la empresa, mientras cursaba el 4º año de derecho en la Universidad Católica.

El Ministerio Público solicitó una pena única de 4 años de presidio efectivo en contra del imputado.

Lizama realizó traspasos irregulares de acciones y abrió cuentas de inversiones y fondos mutuos en bancos extranjeros. Engañó a sus supervisores, a ejecutivos de cuentas e inversiones, e incluso a los controles de la Superintendencia de Valores y Seguros.