El constructor automotor estadounidense General Motors estima que habrá unos 10.000 despidos en Opel, el fabricante europeo que decidió no vender y que emplea actualmente más de 50.000 personas en Europa, declaró hoy su vicepresidente, John Smith.

General Motors (GM) decidió el martes conservar Opel en lugar de venderlo, como estaba previsto. El grupo norteamericano ahora quiere reestructurar Opel por sí mismo.

GM busca reducir los costos de su filial en un 30%, lo que se traducirá en unas 10.000 supresiones de empleo, explicó Smith durante una conferencia telefónica con periodistas europeos.

Opel produce en Alemania, donde trabajan la mitad de sus asalariados, así como también en España, Bélgica, Polonia y el Reino Unido, bajo la marca Vauxhall.