2 accidentes en los que se estrellaron 3 helicópteros costaron este lunes la vida a 14 estadounidenses -11 militares y 3 civiles- en Afganistán, en uno de los peores días para Estados Unidos desde la invasión del país en 2001, según fuentes oficiales.

Fuente: Agencia AFP.

7 soldados y 3 civiles murieron al estrellarse un helicóptero militar en la provincia de Badghis (oeste), anunció la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad de Afganistán (ISAF, bajo el mando de la OTAN).

En ese incidente 26 personas resultaron heridas: 14 soldados afganos, 11 soldados norteamericanos y un civil estadounidense, agregó el comunicado.

La ISAF indicó que no se creía que la causa de este accidente fuera el fuego enemigo.

Los 3 civiles muertos trabajaban para la DEA, la agencia antidrogas de Estados Unidos, según una fuente diplomática que pidió el anonimato.

El presunto accidente se produjo después de una operación contra el tráfico de drogas, durante la cual “murieron más de 12 combatientes enemigos”, indicó la ISAF.

La actividad de los talibanes, vinculada al tráfico de opio, tuvo un fuerte recrudecimiento en los últimos meses en Badghis.

Los talibanes aseguraron haber derribado el aparato. “Hemos derribado un helicóptero Chinook, matando a 24 soldados extranjeros”, dijo un portavoz de los islamistas, Qari Yusuf Ahmadi.

Sin embargo, se señala que los talibanes suelen aumentar los balances de sus operaciones e incluso atribuirse hechos que no cometen.

Ahmadi también reivindicó el choque en pleno vuelo de 2 helicópteros en el sur del país, el lunes por la mañana, en el que según la ISAF murieron 4 soldados estadounidenses, en tanto que otros 2 resultaron heridos.

“El accidente es objeto de investigación pero es seguro que no se produjo ningún tiro hostil”, subrayó la ISAF.

El sur de Afganistán es la región más peligrosa del país, donde más de 100.000 soldados extranjeros, norteamericanos en sus 2 terceras partes, están desplegados para combatir la rebelión de los talibanes.

Pero la guerra permanece también en otras regiones del país.

El domingo, una bomba de fabricación casera mató a un soldado estadounidense en el este, y otro pereció a consecuencia de sus heridas tras un ataque insurgente, indicó la ISAF.

La ISAF y el ministerio afgano de Defensa señalaron igualmente la muerte de 22 talibanes y de 2 soldados afganos en los enfrentamientos del domingo en el sur y el sureste.

Un total de 437 soldados extranjeros, 269 de ellos norteamericanos, murieron desde inicios de año en Afganistán, según un recuento efectuado por la AFP a partir de la página de Internet especializada www.icasualties.org

El año 2009 es el más mortífero desde que los talibanes fueron derrocados a finales de 2001 por la coalición internacional dirigida por Estados Unidos. En 2008, la fuerzas internacionales perdieron 294 hombres.

La coalición occidental enfrenta también una fuerte animosidad, como lo demostraron el domingo y el lunes sendas protestas organizadas en Kabul, tras la divulgación de informaciones de que soldados estadounidenses habrían quemado un ejemplar del Corán.

Esas versiones fueron desmentidas por la OTAN y por las autoridades afganas.

Al menos 3 afganos resultaron heridos en las protestas del lunes, cuando la policía disparó contra los manifestantes.

La situación política afgana está complicada además por la convocatoria a una 2º vuelta de la elección presidencial, el próximo 7 de noviembre, debido a un fraude masivo que obligó a revisar los resultados de la 1º vuelta, que atribuían una victoria contundente al mandatario saliente, Hamid Karzai.

Karzai puso en duda el compromiso estadounidense de ayudar a su país, en tanto que su adversario, Abdulá, afirmó que Estados Unidos no podrá tener éxito en Afganistán sin un aliado “legítimo” en la nación.