River Plate y Boca Juniors, enemigos eternos, volverán a verse el domingo las caras en otro episodio del mayor clásico del fútbol argentino, cargado de fervor más allá del presente de cada uno, en el partido más importante de la décima fecha del Torneo Apertura-2009.

Fuente: Agencia AFP

El choque entre los clubes más populares de Argentina se hará en un estadio Monumental repleto, a pesar del flojo momento que vive el local River.

Conducido desde hace dos semanas por el entrenador Leonardo Astrada, reemplazante de Néstor Gorosito, River llega al encuentro con su archirrival en franco declive, con apenas un triunfo en el campeonato, y siete jornadas sin celebraciones, sumergido en un decimoquinto puesto en la tabla poco acorde con su historia.

Para salir de la crisis futbolística, Astrada planteará un esquema con precauciones, y con una fuerte apuesta por tres jugadores históricos, con los que llegó a compartir plantel como jugador: Ariel Ortega, Marcelo Gallardo y Matías Almeyda, que volvió recientemente a la actividad tras un retiro de cuatro temporadas.

“Es mentira que sea un clásico devaluado. Por historia y por rivalidad se juega con la misma intensidad. Si no fuera así, la gente no habría agotado las entradas”, comentó el ‘Jefe’ Astrada.

Para River, este encuentro es una posibilidad de salvar una temporada pobrísima en resultados, con tempranas eliminaciones en las copas internacionales (Libertadores y Sudamericana).

Por eso Astrada apeló a esa motivación para destacar que “el triunfo puede ser muy importante para el equipo ahora mismo y para lo que vendrá”.

Por su lado, Boca vive un período de renacimiento después de experimentar un inicio de Apertura tan malo como el de River, hasta el punto de que el DT Alfio Basile presentó una renuncia que no le fue aceptada, pero en las últimas semanas comenzó una recuperación con tres victorias sucesivas.

Tras dar el gran golpe ante Vélez Sarsfield (3-2), con el recordado gol de cabeza de Martín Palermo desde 40 metros, Boca empezó a recuperar la memoria y redujo la distancia con el líder de once a cinco puntos, por lo que este clásico puede marcarle un impulso vital para la pelea por el título, o frenar esas aspiraciones.

“Si Boca se pone a luchar por el campeonato las cosas se le van a poner muy difíciles al resto. Estamos cerca del primero y queremos prendernos (acercarnos)”, dijo el zaguero paraguayo Julio Cáceres.

“Ahora que estamos fuertes, hay que sacar ventaja y aprovechar el envión para que nadie nos pare”, dijo Federico Insúa.

Al margen de los recientes triunfos, el funcionamiento de Boca todavía dista de ser el ideal, ya que suele cometer serios errores en defensa, e incluso es uno de los equipos con más goles en contra (15), la misma cantidad que tiene River.