Bill Plympton

Fanático del dibujo desde niño, Bill Plympton rechazó una oferta del gigante de la animación, para conservar la independencia de sus creaciones. Cuenta que se negó a entregarle todas sus obras a la multinacional con el argumento “quiero que mis sueños sean míos”, pese a que su respuesta le significó no cumplir su sueño de toda una vida.

Entrevista e imágenes de Monserrat Valenzuela, en Valdivia

Con sus ideas bien claras y una simpatía única, el dibujante estadounidense Bill Plympton dio una clase magistral en el marco del XVI Festival Internacional de cine de Valdivia. “El dogma de Bill Plympton” dejó anonadados a los pupilos, en su mayoría estudiantes, quienes conocieron -de la boca de uno de los más renombrados dibujantes del mundo- el secreto para tener éxito en los cómics animados de forma independiente.

“Es lo que llamo el ‘dogma de Bill Plympton’. Consiste en hacer películas cortas (de menos de 5 minutos); baratas (que cuesten menos de 1.000 dólares el minuto) y que sean divertidas. Si juntas esas 3 condiciones tendrás éxito y dinero… como yo”, detalló el dibujante en conversación exclusiva con Radio Bío-Bío.

Una receta que le ha servido desde que en 2007 rechazó la oferta de la empresa de dibujos Disney, que le ofreció 1 millón de dólares por la película “The Face”, su primera nominación al Óscar.

“Cuando yo era chico me gustaba mucho Disney y soñaba con trabajar con ellos. Luego de la nominación me llamaron y enviaron a un abogado con mil papeles que me leyó un contrato para trabajar con ellos por 1 millón de dólares. (Entonces) les pregunté si podría trabajar en mis películas durante mi tiempo libre y me respondieron que sí, pero que esas películas también serían de Disney. Si contaba un buen chiste también sería de ellos, agregaron”.

“Entonces pregunté ¿qué pasa si tengo un buen sueño? Y ellos me respondieron: también son nuestros. Entonces le dije que no a Disney y no al millón de dólares, porque me interesa tener mis propios sueños. Negociar con Disney es pactar con los buenos o con el anticristo”.

Lejos de Disney, las películas de Plympton son reconocidas por sus alusiones al sexo y retratos burlescos de las típicas exhibiciones hollywodenses. Sin embargo –reconoce- su público está muy bien definido.

Bill Plympton

“Cuando llegué a Nueva York, los cómics no tenían tanto éxito como ahora y me dediqué a dibujar, especialmente en revistas para hombres como la Penthouse y Playboy. Ese es mi público, siempre lo ha sido. Y cuando empecé a hacer animaciones yo ya tenía todo ese material listo, sólo lo convertí en películas”.

Cintas que han tenido duras críticas en Estados Unidos, especialmente por parte de quienes creen que los dibujos animados son sólo para niños.

“Me sorprende porque hay muchas películas de acción, con actores reales, que tienen más sexo y violencia que las mías. Hay un prejuicio en contra de los dibujos animados, especialmente en Estados Unidos con el que he tenido que lidiar, además del financiamiento”, cuenta Plympton entre risas.

El auditorio del Aula Magna de la Universidad Austral de Valdivia se repletó con más de 400 personas que rieron a carcajadas con 2 de sus películas que tienen personajes como vacas que anhelan convertirse en hamburguesas y monstruos extraterrestres que se mezclan con desinhibidos humanos.

Según el dibujante, es justamente esa reacción en el auditorio, lo que lo mueve a dibujar.

“Crecí viendo el Pato Lucas y ‘Bugs Bunny’ y los copiaba. Pero lo que más me gusta es ver cómo la gente ríe cuando ve mis películas. Además no hay límites al momento de hacer animaciones. Hay muy pocas formas de arte que permiten esta libertad, por eso me gusta dibujar”.

El público –en su mayoría joven- lo aplaudió y se fue gustoso con un dibujo improvisado que Plympton hizo a todo el que se lo pidió.

Al término de su exitosa clase, el dibujante no sugirió al cine chileno cómo encontrar su identidad. Lo que sí destacó son las incipientes manos dibujantes que existen en Chile, principalmente en los jóvenes.

Reconoció además sentirse asombrado por el recibimiento que tuvo en su visita por Chile, en el marco del XVI Festival de Cine de Valdivia.