De manera dramática, Honduras se clasificó a Sudáfrica-2010 al combinar su triunfo de 1-0 sobre El Salvador con el empate ‘in extremis’ de 2-2 entre Estados Unidos y Costa Rica, que jugará la repesca ante Uruguay, luego de disputarse el miércoles la última fecha de las eliminatorias de Concacaf.
Fuente: Agencia AFP
En esta misma fecha, Trinidad y Tobago y México dividieron puntos al conseguir un empate con marcador de 2-2.
Fue una jornada en la que varios goles de los 9 que se marcaron entre los 3 partidos, de alguna manera tuvieron repercusiones en los otros frentes.
Honduras se metió al estadio Cuscatlán de San Salvador a hacer lo mínimo indispensable contra El Salvador y esperar que Estados Unidos no perdiera ante Costa Rica para así clasificarse a la Copa del Mundo.
En partido simultáneo, celebrado en el estadio Robert F. Kennedy de Washington, los Ticos dependían exclusivamente de su resultado y al minuto 24 ya ganaban con dos goles de Brian Ruiz. Ese doblete significaba el pasaje directo y sin escalas a Sudáfrica, sin importar lo que pasara con los catrachos.
Salvadoreños y hondureños mantuvieron trabado su partido, sin anotaciones durante todo el primer tiempo, pero el gol esperado por los catrachos, el único que necesitaban, llegó al minuto 54. Lo hizo Carlos Pavón, el mismo que de alguna manera metió a la bicolor en esta situación al errar claras oportunidades ante Estados Unidos en la jornada anterior.
Quizá sabiendo que México no la estaba pasando bien ante Trinidad y Tobago en el estadio Hasely Crawford, Estados Unidos aludió a su naturaleza ambiciosa y se encaminó a rescatar el resultado.
En territorio caribeño, los ‘Soca Warriors’ y el ‘Tri’ ya se habían repartido 4 goles por partes iguales, a 25 minutos de que terminara el partido.
Kerry Baptiste puso adelante a los trinitarios, al 31. Enrique Esqueda igualó por los visitantes a los 57.
A los 61 Baptiste le devolvió la ventaja a los locales, pero Carlos Salcido selló la igualdad para los mexicanos (65).
En esos momentos, el primer lugar del hexagonal era para México, privilegio que le duró poco más 30 minutos.
A los 74 Estados Unidos comenzó a descontar por conducto de Michael Bradley. Luego, en una prolongada compensación, cuando el cronómetro marcaba el minuto 90+5, Jonathan Bornstein le dio el empate al cuadro de las barras y las estrellas.
Ese tanto provocó tristeza en Costa Rica porque la sentenciaba a jugar la repesca contra Uruguay, desató el júbilo en Estados Unidos y aún más en Honduras que de esta manera regresaba a la máxima fiesta del fútbol tras casi 3 décadas de ausencia.
México, que no quiso darle el tiro de gracia a Trinidad y Tobago, también resintió el efecto de la hombrada estadounidense al regresar al segundo lugar.
