Negociadores del derrocado presidente de Honduras, Manuel Zelaya, y del gobernante de facto Roberto Micheletti intentaban llegar a un acuerdo este jueves cuando vence el plazo dado por el mandatario depuesto para resolver su retorno al poder.

Fuente: Agencia AFP.

Ambas partes definían si corresponde al Congreso o a la Corte Suprema decidir si habrá restitución, tras haber rechazado Micheletti el documento consensuado por los negociadores la víspera que dejaba, por iniciativa de Zelaya, esa potestad al Legislativo, revelaron a la AFP fuentes cercanas a la negociación.

“Están pidiendo que sea el Congreso el que determine si él puede regresar o no, pero éste es un asunto legal, definitivamente es la Corte Suprema de Justicia”, dijo el miércoles Micheletti.

En el golpe de Estado del 28 de junio, la Corte Suprema ordenó el arresto de Zelaya bajo acusación de 18 delitos -incluidos abuso de autoridad y corrupción- y el Congreso, presidido por Micheletti, nombró al gobernante de facto.

Las fuentes dijeron a la AFP que los delegados habían convenido que se acataría el mandato del Congreso, donde habría habido una recomposición de fuerzas que motivó la iniciativa de Zelaya y el rechazo de Micheletti.

Sin querer entrar en detalles, Zelaya afirmó a la AFP que “si hay cambio en el texto se vuelve a la mesa y se vuelve a discutir”, pero no reveló lo que hará si se cumple el plazo (a las 03:00 de Chile del viernes) que impuso para terminar la negociación sin resolver el conflicto.

“Reitero mi disposición al diálogo y mi desconfianza en el régimen de facto”, dijo Zelaya en la embajada de Brasil, donde está refugiado desde que volvió del exilio al país sorpresivamente el 21 de septiembre.

Hasta ahora, el presidente de facto se ha negado a devolver el poder a Zelaya, como reclama la comunidad internacional, que ha presionado congelando créditos y cooperación económica, y aislando diplomáticamente a este país de 7,6 millones de habitantes, el tercero más pobre del continente.

Zelaya, de 57 años, exige ser restituido en la presidencia antes de las elecciones del 29 de noviembre para cumplir su mandato que concluye el 27 de enero.

Las negociaciones reiniciaron en un ambiente de hermetismo y palpable tensión en el hotel sede del diálogo, en cuyas afueras comenzaron a agruparse los seguidores de Zelaya para presionar la restitución como una salida a la crisis política.

La restitución de Zelaya es el tema central del Acuerdo de San José, propuesto por el presidente costarricense y Premio Nobel de la Paz, Oscar Arias, que sirvió de base a las negociaciones, supervisadas por una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Los delegados acordaron hasta el momento un gobierno de unidad, la renuncia de Zelaya a convocar una Asamblea Constituyente, la comisión verificadora del pacto y no adelantar las elecciones ni aplicar amnistía.

Además, traspasar el mando de los militares al tribunal electoral previo a los comicios y pedir revocatoria de las sanciones que impuso la comunidad internacional tras el golpe.

Los seguidores de Zelaya están pesimistas y acusan a Micheletti, en tanto que una alianza de organizaciones civiles que apoyan al gobernante de facto insisten en que la restitución “está fuera de orden, fuera de la Constitución y las leyes”, según afirmó su portavoz, la esposa del canciller del gobierno de facto, Carlos López.

Los militares, que expulsaron del país a Zelaya, estimaron que la crisis estaba llegando a su final, pero están evaluando los riesgos de las propuestas de arreglo, afirmó este miércoles el máximo jefe militar del país, general Romeo Vásquez.

Las negociaciones se llevan a cabo en día feriado debido a la clasificación de Honduras el miércoles al Mundial Sudáfrica 2010, un bálsamo para su población, agotada de la crisis.

Esta es la segunda vez que Honduras acudirá a una cita mundialista, luego de su participación en España-1982, y las celebraciones llegaron hasta la madrugada de este jueves, decretado feriado nacional por Micheletti por el pase a Sudáfrica.