Millares de personas, entre sollozos y gritos de “¡Gracias, Negra!”, aplaudieron, cantaron, bailaron y lanzaron flores el lunes en el funeral de la cantante argentina Mercedes ‘La Negra’ Sosa, una joya del canto popular latinoamericano fallecida el domingo a los 74 años.

Fuente: Agencia AFP.

“A mi Tucumán querido/ cantaré, cantaré, cantaré”, entonaban las estrofas de la legendaria zamba (folklórica) ‘Luna tucumana’, de su ciudad norteña natal, una de las tres donde serán esparcidas las cenizas tras la incineración, junto con Mendoza (oeste) y Buenos Aires, por última voluntad de la artista.

Una caravana funeraria partió de la capilla ardiente del Congreso, donde una multitud le dijo adiós el domingo en desfile sin pausa, después de morir en su lecho de enferma, y recorrió avenidas hasta el cementerio de La Chacarita, donde está el mausoleo del cantante de tangos Carlos Gardel.

“Mercedes será un valor permanente, que perdura. Nos ha dejado un gran vacío, pero el mejor de los recuerdos de sus virtudes”, dijo durante el cortejo José Bermúdez, de 54 años.

La conmovedora ceremonia de despedida congregó a gentes que cantaron y bailaron tradicionales zambas, con batir de palmas y agitar de pañuelos al compás de guitarras y bombos, frente a la capilla de la necrópolis.

Los restos de la voz mayor de la canción latinoamericana popular y folklórica fueron incinerados, luego de ser rezado el responso en la capilla, finalizado con una salva de aplausos, hasta que el cortejo inició el último camino hacia el horno crematorio.

Sosa murió en su lecho de enferma, “en paz”, como dijo su único hijo, Fabián Matus, quien pidió a la gente respetar la voluntad de su madre de darle la última despedida cantando.

“Bienvenida a la eternidad”, dijo el popular cantautor León Gieco, compañero de escenarios y amigo íntimo de la artista, durante un concierto hasta la madrugada del lunes en Tucumán, ante una multitud de comprovincianos de Sosa.

Y los admiradores cantaron de Gieco “Sólo le pido a Dios”, el himno con el cual cerraba los conciertos en compañía de Sosa y de Víctor Heredia, el cantautor para quien ‘La Negra’ era como una madre o hermana, y que fue uno de quienes llevaron el ataúd en La Chacarita.

El emblemático tema de Sosa “Gracias a la vida”, de la inolvidable poeta y artista chilena Violeta Parra, fue uno de los que más sonó en los canales de noticias que coincidían en transmitir imágenes del funeral.

Sosa murió el mismo día en que se conmemora un nuevo aniversario del natalicio de Parra, leyenda del folklore chileno, dijo su hija, Isabel Parra.

“Murió una de las mejores del mundo, cantando no va a haber otra como ella. Pero por sobre todas las cosas, murió la diosa de la libertad”, dijo antes del cortejo el ídolo deportivo Diego Maradona, al entrar en la capilla ardiente en el Congreso.

Un hombre de unos 60 años se acercó a los vehículos negros encolumnados y desplegó un cartel con la leyenda “Gracias por tu vida y tu lucha”, al aludir a la apasionada defensa de los derechos humanos y contra las dictaduras, como la que forzó su exilio en los años 70.

“Querida Negra me has acompañado durante 40 años. Me sentí igual a cuando mi madre se fue de viaje. Gracias por haber estado siempre en mi vida”, dijo una de sus admiradoras, Adriana Almada.

Sosa cantó en capillas del Vaticano, en el Carnegie Hall de Nueva York y en el Coliseo de Roma, a dúo con Luciano Pavarotti, Sting, Nana Mouskouri, Joan Baez, Joan Manuel Serrat, Andrea Bocelli, Silvio Rodríguez, Alfredo Kraus, Pablo Milanés, Milton Nascimento, Caetano Veloso, Chico Buarque, Konstantin Wecker, Ismael Serrano y Shakira, en más de 40 años de carrera.