El jefe del Estado Mayor Conjunto de Honduras, el general Romeo Vásquez Velásquez, dijo que una solución al conflicto generado por el golpe de Estado del 28 de junio podría llegar en los próximos días.

Fuente: AFP

“Veo que rápidamente estamos llegando a una solución, que es lo que todos estamos esperando”, manifestó el máximo jefe militar hondureño en una entrevista con la televisión local.

Vasquez no especificó el contenido del arreglo que, según dijo, es promovido por diferentes sectores de la sociedad hondureña, pero afirmó que se va a lograr siempre y cuando haya disposición de las partes de sentarse a dialogar.

“En el ambiente se percibe esa disposición de diferentes sectores que están buscando una salida (…), lo que tenemos que hacer ahora es empezar a crear niveles de confianza apropiados”, para hacer posible el acuerdo, señaló.

El canciller del régimen de facto, Carlos López Contreras, también había declarado el domingo último que diferentes sectores de la sociedad hondureña están empeñados en un diálogo para llegar a una solución del conflicto, aunque tampoco reveló detalles.

Por su parte, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos condenó hoy el estado de sitio decretado durante 45 días por el régimen de facto de Honduras, por considerar que viola el derecho internacional.

“La suspensión de garantías está prevista en el artículo 27 de la Convención Interamericana de Derechos Humanos como un mecanismo excepcional”, recordó en un comunicado.

Sin embargo, precisó que para que esa suspensión sea legítima, se requiere el cumplimiento de una serie de requerimientos y, en primer lugar, que sea decretada por un gobierno legítimo.

El decreto del régimen de facto suspende por 45 días garantías constitucionales relacionadas con la libertad personal, la libertad de asociación y de reunión, el derecho de circulación y la libertad de expresión.

El gobierno dcerró una emisora, Radio Globo y una televisora, Canal 36, mientras el depuesto presidente Manuel Zelaya completa su octavo día refugiado en la embajada brasileña en Tegucigalpa.