El presidente de Ecuador, Rafael Correa, enfrenta la peor ola de descontento social desde que empezó su segundo mandato, a raíz de las protestas de profesores públicos y el comienzo de un levantamiento indígena contra un proyecto que, según los nativos, privatizará el agua.

La movilización indefinida, convocada por la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), comienza a medianoche del domingo con manifestaciones y bloqueos de vías en al menos siete de las 24 provincias del país, según Humberto Cholango, dirigente de la organización.

“El levantamiento (indígena) incluye marchas, movilizaciones en ciudades, cierre de carreteras a nivel nacional, pero se concentrarán en áreas indígenas”, señaló Cholango a la AFP.

La Conaie alega que la ley de agua, en trámite en la Asamblea Legislativa (de mayoría oficialista), permitirá que empresas trasnacionales mineras se apropien de las reservas hídricas en zonas cercanas a sus comunidades.

Antes de que inicie el paro el gobierno dispuso un operativo militar para impedir la toma de pozos petroleros durante la protesta.

“Hay operativos de la Policía y las Fuerzas Armadas (que) están cuidando instalaciones petroleras e instalaciones estratégicas”, señaló el ministro de Defensa, Javier Ponce.

El sábado Correa acusó a los indígenas de querer desestabilizar su gobierno con argumentos basados en “mentiras” puesto que, según él, la propuesta no pretende privatizar el agua, recordando que la Constitución lo prohíbe.

“Hay una campaña de desestabilización, se está queriendo crear conflictos en base a mentiras”, advirtió el mandatario.

La protesta de los nativos se sumará al paro que desde hace dos semanas realiza el gremio de los maestros (que reúne a 130.000 docentes), con el apoyo de estudiantes de universidades y colegios, contra una reforma en el sector educativo.

Ante el agitado ambiente social el presidente Correa advirtió: “No dialogaré por la fuerza con ningún sector”.

La Policía por su parte anunció que pondrá en marcha un operativo de seguridad para evitar que las manifestaciones deriven en violencia.

“El domingo estaremos, los generales (de todas las provincias), liderando y controlando ese proceso para evitar cosas que puedan afectar la seguridad”, dijo el comandante de la institución, general Freddy Martínez.

A su vez el presidente de la Conaie, Marlon Santi, señaló que el movimiento no desistirá del levantamiento.

“Aunque el gobierno diga que estamos violando la Constitución, que estamos violando la seguridad nacional, salimos porque salimos”, sostuvo el líder aborigen.

Correa, que inició su segundo gobierno el 10 de agosto pasado, llamó a los nativos a que “no se dejen manipular” por ciertos “dirigentes que están desesperados porque han perdido sus privilegios”.

Los indígenas cobraron relevancia política cuando en 1990 realizaron un histórico levantamiento hasta lograr el reconocimiento de sus territorios por parte del ex presidente Rodrigo Borja (1988-1992).

Según cifras de las organizaciones indígenas, el movimiento representa un 30% de la población ecuatoriana (de 14,1 millones).

(AFP).