Desde la aprobación de la ley de donante universal en la cámara alta, el senador Guido Girardi, acompañado Gonzalo Cruzat, padre de Felipe Cruzat, el menor que falleció esperando un trasplante de corazón, se dirigieron a la cámara de diputados para pedir suma urgencia a la ley.

Según la nueva normativa, toda persona mayor de 14 años nace siendo donante y la única forma de no hacerlo es negarse y mencionar su intención de no donar.

La importancia de esta ley es que, además de crearse la figura de donante universal, se crea un registro de órganos y se implementa un nuevo sistema de logística, esto es, tener un avión o helicóptero listo para un eventual traslado de órganos a otras regiones.