El Ejército desactivó ayer en Irlanda del Norte una bomba de 270 kilogramos, supuestamente colocada por disidentes del inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA) para cometer próximamente un atentado.

El artefacto, preparado para ser detonado, fue desactivado por los artificieros cerca de Forkhill, en las proximidades de la frontera con la República de Irlanda y, según la policía norirlandesa, hubiera tenido “un efecto devastador” en caso de llegar a explotar.