La acuicultura proporciona la mitad del pescado que se consume en el mundo, señala un informe científico, donde se afirma que la producción anual se triplicó entre 1995 y el 2007.

La enorme expansión es una amenaza para la vida marina y responde al gran crecimiento de la demanda y al mayor consumo de ácidos grasos Omega-3, eficaces para evitar el riesgo de problemas cardiovasculares.