El Dalai Lama, líder espiritual de los tibetanos, fue acogido por más de 10.000 personas en una ceremonia en homenaje del tifón Morakot, que dejó al menos 571 muertos en la isla.

“Mi objetivo es obtener la bendición de las víctimas del tifón y de conjurar su desgracia”, declaró el Dalai Lama, ante la multitud concentrada en un estadio de Kaohsiung, en el sur de la isla.

El líder espiritual tibetano llegó el domingo a Taiwán y ha repetido en numerosas ocasiones que su visita de cinco días a la isla era sólo humanitaria y no tenía ninguna dimensión política.

El lunes visitó Hsiaolin, un pueblo sureño de la isla en el que al menos 424 personas murieron, donde alabó el modelo democrático taiwanés.

Una conferencia de prensa muy esperada y prevista para el lunes fue cancelada, después de que un miembro del partido en el poder, el nacionalista Kuomintang (KMT), expresara su preocupación de que hablasen de asuntos juzgados sensibles por China.

El Dalai Lama está en Taiwán invitado por un grupo de miembros de alto nivel del opositor Partido Progresista Democrático (DDP), que quiere que la isla se independice oficialmente de China.

El gobierno chino advirtió que esta visita tendría “consecuencias negativas en las relaciones entre la China continental y Taiwán”

(AFP)