El presidente sirio, Bashar al Asad, calificó de “inmorales” las acusaciones lanzadas por el gobierno iraquí contra Damasco (capital siria), a raíz de un doble atentado en Bagdad que causó 95 muertos el 19 de agosto.

“Cuanto se lanzaron esas acusaciones, Siria pidió oficialmente a Irak que enviase a una delegación a Damasco con pruebas de esas acusaciones. Hasta ahora no hemos recibido ninguna respuesta”, aseguró.