Síndrome por desregulación emocional severa, es el diagnóstico que el doctor Rodrigo Paz, del Hospital Luís Calvo Mackenna, determinó como causa del violento comportamiento que caracterizaba al menor Cristobal O.C.M., más conocido como “Cisarro”.

El tratamiento indicado fue la sumistración de Clozapina, un medicamento de última generación que activa algunas partes del cerebro que regulan los impulsos.

Sin embargo, la forma como se ha llevado a cabo el tratamiento, generó fuertes críticas de parte la madre de Cristóbal y del abogado de la familia, ya que según dicen, se estarían violando los derechos del niño. Versión apoyada por algunas ONG

El coordinador de proyectos de la Corporación Opción, Alejandro Aztorga, manifestó que el tratamiento que recibe el menor es vulnerador para el niño.

Según la directiva del hospital, se produjo un quiebre en la confianza entre la familia y el equipo de salud. Por lo tanto, lo que corresponde es que la magistrado busque otra institución, sentenció.

A pesar los intentos de La Radio para corroborar los dichos de Artaza, el médico dijo que no hablará sobre el tema hasta que se pronuncie la magistrado que lleva el caso.

En un comunicado, el director del hospital aseguró que en el establecimiento todo medicamento se da en base a protocolos, evidencia científica y estrictas medidas de seguridad del paciente, particularmente tratándose de niños o niñas. Y que todo tratamiento se efectúa contando con el consentimiento informado de los padres o tutores legales, situación que en este caso se observó rigurosamente.

Por ahora, Cristóbal sigue bajo custodia en el centro asistencial y su futuro lo decidirá la magistrado el día lunes.