Como una buena señal fue recibida por las candidaturas de Sebastián Piñera y de Marco Enríquez-Ominami la renuncia del intendente de la Región del Libertador Bernardo O’Higgins, Héctor Huenchullán, debido a la denuncia de intervención electoral en su contra.

El coordinador general de la campaña de la Coalición por el Cambio, Rodrigo Hinzpeter, estimó que con esa renuncia queda resuelto el tema puntual, pero no resuelve el fondo, que es, a su juicio, la serie de casos de intervención desde el Gobierno.

Por ello, pidió al ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, que dicte un instructivo que establezca criterios claros para evitar nuevos casos, y que clarifique cuáles serán los pasos a seguir por la cartera si es que aparecen otras situaciones de similares características.

El senador UDI, y miembro del comité estratégico del comando de Piñera, Andrés Chadwick, apuntó sus dardos contra la ministra secretaria general de Gobierno, Carolina Tohá, a quien solicitó que se abstenga de intervenir a favor del candidato de la Concertación, Eduardo Frei.

El vicepresidente de Renovación Nacional, Cristián Monckeberg, recordó que aunque Huenchullán ya no es funcionario público, la ley establece un período de hasta seis meses posterior a su salida para presentar una acusación constitucional, por lo que no descartan esa medida.

El candidato presidencial independiente, Marco Enríquez-Ominami, realizó un llamado a los funcionarios públicos a que trabajen tranquilos, ya que no están obligados a apoyar a Frei. En cuanto a la salida del intendente Huenchullán, lo consideró adecuado, pero insuficiente.

El diputado ex socialista aseguró que ni él, ni el diputado Esteban Valenzuela, consideran un éxito la renuncia de Huenchullán, sino por el contrario, un fracaso de la democracia, ya que, consideró, se vio obligado a dejar su cargo por denuncias que parecen ser del todo reales.