La familia de Caster Semenya, la campeona mundial de 800 metros, juró que la nueva heroína nacional sudafricana es mujer al cien por cien, respondiendo así a las dudas que se plantean en el Mundial de Berlín 2009 sobre el sexo de la atleta de 18 años.

El Comité Olímpico Nacional sudafricano y el Congreso Nacional Africano, partido en el poder en Sudáfrica, también salieron a apoyar a su “chica de oro”, lamentando las dudas que pesan sobre el género de la atleta, estimando que Semenya es un modelo para los jóvenes de ese país.

El sindicato de futbolistas sudafricanos cuestionó a la Federación Internacional de Atletismo, señalando que lo sucedido “muestra ese sentido imperialista de países que no pueden aceptar el talento que tiene Africa como continente”.