Poco menos de dos meses faltan para que se cumpla un año desde que salió a la luz el escándalo en el Hospital de Iquique, en octubre del 2008, por los pacientes portadores de VIH-SIDA que no fueron notificados, y aún no hay resultados concretos en la investigación.

Así lo confirmó en conversación con La Radio, el vocero de la Fiscalía de Iquique, Claudio Roe, quien lleva la línea penal del caso.

Según dijo el fiscal, pese a que había un protocolo para realizar las fichas de pacientes, éste no se cumplía, lo que ha generado un atraso considerable en la investigación, dificultando de paso la individualización del personal que estaba a cargo, y, por ende, a los responsables.

Roe asegura que ni siquiera los sumarios ordenados por la autoridad sanitaria han logrado definir qué pasó.

Un escándalo que abrió investigaciones a lo largo del país, y que de 512 no notificados de un comienzo, hasta febrero de este año, quedarían 88.

En cuanto a las acciones civiles que han realizado los afectados, sólo en dos casos se ha logrado buen puerto.

Estos son el de Juan Sarabia, el iquiqueño que falleció y no supo a tiempo que era portador, y cuya familia logró un acuerdo con el servicio de salud de Iquique por 73 millones de pesos; y el de otro paciente que demandó al Servicio de Reloncaví, que deberá pagar 60 millones de pesos a los afectados.