Más de 60 personas siguen desaparecidas, dos días después del espectacular accidente que devastó la mayor central hidroléctrica de Rusia, en Siberia, donde las familias de las víctimas se debaten entre la indignación y la desesperación.

El balance de víctimas se elevó a 14, tras el hallazgo de dos cadáveres. Hay 15 heridos y los desaparecidos siguen sobrepasando los 60.

El accidente se le atribuyó inicialmente a una elevación brusca de la presión del agua en una de las diez turbinas de la central, que habría provocado un “choque hidráulico” y destruido gran parte del edificio, pero se están estudiando otras pistas.