El equivalente a cinco millones de litros anuales de leche representan las 500 vacas que se rematarán el próximo martes en Los Ángeles, debido a la complicada situación de los productores.

Los animales pertenecen a planteles pequeños y medianos de la zona, que se desprenden de parte de sus vacas para cerrar su actividad o para tratar de mantener a flote el negocio.

Así lo confirmó el presidente de Aproleche Biobío, Juan Pablo Aruta, quien ratificó el destino de las vacas en las ferias ganaderas, cuyo final último será el matadero.

Por eso, insistió en la urgencia de aplicar salvaguardias a los lácteos importados antes de la próxima primavera, tal como lo solicitó Fedeleche este lunes, en la Comisión de Distorsiones del Banco Central.

De acuerdo al dirigente, si no se concreta esta medida, la actividad está definitivamente condenada a desaparecer.